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CRITICA
Por: PACO CASADO
Esta es una obra de teatro de Tennessee Williams, escrita en 1946, que fue estrenada en Broadway por el propio Elia Kazan, siendo el autor quien se empeñara en que fuera él mismo también el director de la versión fílmica, lo cual no gustaba a Elia Kazan, pero finalmente accedió a la petición.
La acción se desarrolla en Nueva Orleans, pero no en la de las grandes mansiones, sino en uno de los barrios bajos, con tipos sentados en las escaleras bebiendo cerveza y fumando.
Este verano el calor es sofocante, denso, sexo en estado puro.
Stanley Kowalski representa el icono de la virilidad, de músculos apretados bajo la camiseta sudorosa.
La historia se inicia con la llegada en el tren de una mujer de belleza casi marchita, vestida con vaporosos encajes.
Ella es la afligida Blanche Dubois que se muda a vivir con su hermana Stella a Nueva Orleans y se ve atormentada por la actitud brutal de su cuñado mientras la realidad se desmorona a su alrededor.
Elia Kazan Kazan contrató a un guionista y le buscaron un pasado a los personajes.
Le gustó la adaptación, pero al cabo de una semana vio que no era el espíritu del autor y que sería horrible, por lo que decidió llevar la obra tal cual, con ligeras modificaciones, como el final, que resulta menos dramático en la película que en el teatro.
Por ello la adaptación de Oscar Saul no hizo más que distribuir en planos las escenas teatrales, hacer un reparto de voces en off y directas y relegar a Elia Kazan la responsabilidad de transformar aquello en cine, algo que era poco menos que imposible.
Elia Kazan era consciente de que estaba filmando una obra de teatro y el cine necesita mucha más acción.
En la pantalla un diálogo, por muy expresivo que sea, no puede mantener viva la atención del espectador por muy maravillosa que sea la recitación de los actores, como en este caso ocurre durante dos horas.
El director trata de dar algo de vida y naturalidad al increíble drama de Tennessee Williams, porque, en principio, no podemos creernos estos personajes de una pieza, esta rivalidad de una decadente Blanche Dubois y un primitivo y brutal Stanley Kowalski, con estas dos forma de entender el mundo, al que le da un tratamiento serio y realista con el que equivoca el camino como única forma de sublimarla.
'Un tranvía llamado deseo' (1951) es un canto a la feminidad rota, una parábola de los sueños demasiado frágiles que la realidad revienta.
La música de Alex North y la fotografía de Harry Stradling, aunque no reflejan todo lo que quería el director, es lo más cinematográfico del film, ya que en los propios decorados trataba de reflejar la ruina más espiritual que física de los personajes. No obstante ganó cuatro Oscar: a la mejor actriz para Vivien Leigh, a mejor actor y actriz de reparto para Karl Malden y Kim Hunter y a los mejores decorados. Kim Hunter ganó el Globo de oro como mejor actriz secundaria. Vivien Leigh obtuvo el Bafta a la mejor actriz británica. Marlon Brando ganó el Diploma de mérito en los premios Jussi. Premio especial Sant Jordi a Tennessee Williams y Vivien Leigh. Premio especial del jurado a Elia Kazan y Copa Volpi para Vivien Leigh como mejor actriz en la Mostra de cine de Venecia. Tres premios del círculo de críticos de Nueva York para el mejor film, director y actriz Vivien Leigh.
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