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CRITICA
Por: PACO CASADO
Ventura Pons se ha centrado en las últimas películas en adaptar obras teatrales de autores catalanes. Su colaboración con Josep María Benet ha sido hasta ahora la más beneficiosa a juzgar por el buen resultado de 'Actrices' (1997) y 'Amigo / amado' (1999), su film número once, lo que no nos pareció que ocurriera con 'El porqué de las cosas' (1995) de Quim Monzó y 'Caricias' (1998), de Sergi Belbel.
Benet se atreve por primera vez a hacer un guion cinematográfico adaptando su propia obra, 'Testamento', en la que trataba la relación de tres hombres, un maduro y enfermo profesor de literatura, homosexual, su mejor amigo y amor platónico en su juventud, y su alumno más aventajado del que está secretamente enamorado en la actualidad.
Al saber que su muerte será inminente, quiere dejar a uno de los dos su ensayo sobre El libro del amigo y del amado, de Ramón Llull, pero ninguno, por diversas razones, quiere aceptarlo.
El primero porque atraviesa una crisis en su matrimonio, su mujer ya no le ama y su hija, soltera, ha quedado embarazada.
Y el segundo por no descubrir su ocultad identidad de chapero. Él será el desencadenante de la violencia y de las más bajas pasiones.
En la adaptación al cine se le ha añadido los dos personajes femeninos, la esposa y la hija, que ponen mayor acento dramático en la ya de por sí intensa relación entre los tres hombres, que están muy bien definidos.
Los cinco personajes luchan y sufren mientras confiesan sus afectos e intentan clarificar el futuro.
Si bien el guion sigue siendo algo teatral, tanto en los diálogos como en la puesta en escena, posee sin embargo una historia sólida sobre el amor, el deseo sexual y la amistad, dando pie a que dos actores, hasta ahora secundarios como Mario Gas y Josep María Pou, tengan oportunidad de ser protagonistas, con un estupendo trabajo del segundo, el mejor de toda su extensa y oscura carrera cinematográfica hasta ahora.
Bien Rosa María Sardà y David Selvas, joven actor que ya había hecho este personaje inteligente, ambicioso y de una gran ambigüedad moral, en la versión teatral.
Un ejercicio interesante sobre cómo definir la línea que separa el amor de la amistad entre hombres, estudiado con bastante intensidad y naturalidad en el tratamiento, y con los sentimientos siempre a flor de piel.
La dirección de Ventura Pons, que avanza con unas imágenes planas, sin riesgos narrativos, ni técnicos, encuentra su mejor brillo en la labor de los actores.
Premio Butaca al mejor film y mejor actor catalán Josep María Pou. Delfín de plata al mejor guion en el Festival de Tróia. Premio Francisco Rabal en la Semana del cine español de Murcia al mejor actor David Selvas. Premio especial del jurado del Premio Ondas a Ventura Pons. Mejor film y guion en el Cinespaña celebrado en Toulouse.
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