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CRITICA
Por: PACO CASADO
Una de las leyendas más antiguas que existen en Escocia es la del monstruo del Lago Ness, ya recogida por San Columba en el 565. Posteriormente muchas versiones se han dado, avistamientos que después han resultado falsos o alucinaciones de aquellos que han querido ver lo que no existe: un animal prehistórico viviendo en el fondo de sus aguas.
Un científico americano, que ha fracasado en otras misiones, es enviado allí para que destruya el mito; pero dejándose guiar por la inocencia de una niña y el celo de un fiel guardián del lago, hará que a pesar de lo que descubre, deja que continúe la leyenda.
Buena parte del guion se basa en los trabajos científicos y las relaciones sentimentales del protagonista que trama conocimiento con la madre de la niña, lo que le acerca más a comprender el misterio que está investigando y a los hombres que aman y habitan aquellas tierras.
Este mismo amor es el que ha puesto un americano como John Fusco a la hora de hacer su historia, que tan sólo concede los metros finales a la fantasía, que es donde tienen entrada los efectos especiales, mínimos pero imprescindibles, para hacer realidad lo que es imposible.
Correcto en su trabajo Ted Danson, muy a tono con su veteranía Ian Holm y muy bien Joely Richardson, no en vano de casta le viene al galgo.
Aprueba en su debut en la puesta en escena John Henderson.
Aunque no somos partidarios de hacer comparaciones, nos gusta más que la otra película recién exhibida sobre un tema parecido.
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