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CRITICA
Por: PACO CASADO
No era fácil de imaginar el cambio experimentado en su filmografía por Javier Fesser, quien tras debutar con 'El milagro de P. Tinto' (1998) y seguir con 'La gran aventura de Mortadelo y Filemón' (2003) se metiera en un drama como éste, inspirado en un hecho real, el de la muerte de Alexia González-Barros, una niña de 14 años fallecida en 1985, tras varios de una terrible enfermedad y sobre la que hay una causa abierta de beatificación, y otros similares.
En la película se trata de Camino, una adolescente, de una familia del Opus Dei que enfiló sus últimos años de vida con un gran sentido del sacrificio cristiano asumiendo con entereza el dolor y la muerte.
Su madre es una acérrima del Opus Dei, su hermana ha ingresado tempranamente en la Obra y su padre se siente indefenso ante lo que le está sucediendo a su hija comida por un terrible cáncer en plena adolescencia.
En el film se conjugan las perspectivas de la familia, la del Opus y la de la niña, que nada tiene que ver con la de sus mayores, en la que conviven el primer amor y su amor a Jesús, que es donde pone toda su sutileza Fesser y donde puede surgir la polémica levantada, al no dejar claro o exponer de forma ambigua a qué amor se refiere la niña si al carnal, también llamado Jesús, o al espiritual.
Ha habido protesta de la propia familia inspiradora del relato que pide se quite su nombre de la dedicatoria de la cinta y la del Opus Dei que no está conforme con la imagen que se da de la Obra de José María Escrivá de Balaguer, su fundador, en el comportamiento de sus miembros, usos y costumbres.
Otra cuestión es para los creyentes si la fe da ese consuelo ante el trance del dolor y la muerte.
Fesser expone unos hechos terribles, carga las tintas en el realismo de las operaciones y mezcla con las escenas oníricas que a nuestro gusto sobran ambas, ya que alargan en exceso la película al mezclar realidad y fantasía, cuando dice su director que sólo ha querido hacer una historia acerca del amor que nos hace sentirnos vivos.
A lo largo del argumento hay varios paralelismos: la Obra del Opus Dei y la obra de teatro, Jesús, Cristo y Jesús, novio de Camino, la salud física de Camino y la salud espiritual, la anestesia de quirófano y la anestesia que produce la Obra, así como dos grupos de distinta opinión.
El guion construye unos personajes bien definidos, aunque a algunos moleste (sobre todo en los pertenecientes al Opus Dei a los que presenta como fanáticos, inhumanos y manipuladores de conciencia), con una madre acaparadora de la que hace un papel ejemplar Carmen Elias, como así mismo excelente la labor de Nerea Camacho, una pequeña actriz de 11 años en un trabajo natural y espontáneo de gran valía, seguida por notables secundarios.
Javier Fesser dirige con mesura y acierto, con dominio narrativo y con mucha sutileza logrando un producto aceptable.
Ganó 6 Goya: película, director, guion original, Jordi Dauder, Carmen Elias, Nerea Camacho. Premio Butaca a mejor film catalán y Carme Elias. Premio Gaudí a mejor película europea. Premio Forqué a mejor película. Premio ACE a Nerea Camacho como nueva actriz. Premio Sant Jordi a mejor film y actriz española Carme Elias. Cuatro premios de la Unión de actores españoles. Tres premios Cartelera Turia: del público a mejor film español, especial para Javier Fesser y Carme Elias.
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