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CRITICA
Por: PACO CASADO
En la historia del cine hay muchas películas sobre personajes que cobran vida después de muerto, lo que constituye casi un subgénero.
Se pueden citar algunos títulos como 'Hecho en el cielo' (1987), 'Campo de sueños' (1989), 'El cielo se equivocó' (1989), etc. a los que hay que añadir 'Ghost. Más allá del amor' (1990).
Sam y Molly remodelan un piso que será su nueva morada, cuando la tragedia se cierne sobre ellos al ser asesinado él en una calle de Nueva York.
La joven pareja queda deshecha, pero su amor es tan fuerte que Sam no la abandonará a pesar de lo ocurrido, aunque no puede ponerse en contacto con Molly.
Un día descubre que sí, a través de Oda Mae, una médium, que es capaz de hablar con los espíritus, que se ofrece a ayudarles.
Este es el tema elegido por Jerry Zucker, uno de los miembros del grupo ZAZ (iniciales de Jerry Zucker, Jim Abraham y David Zucker) que demostraron su talento en comedias como '¡Aterriza como puedas!' (1980), 'Agárralo como puedas' (1988), etc.
Jerry, en solitario, hizo esta mezcla de amor, fantasía y efectos especiales, logrando una divertida comedia que invita a reflexionar sobre la vida después de la muerte, a través de una inteligente puesta en escena.
El correcto guion y el trabajo secundario de Whoopi Goldberg, ganaron el Oscar.
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