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CRITICA
Por: PACO CASADO
Comedia coral que aborda el umbral de la crisis de los 30 años, el momento de tomar decisiones vitales inminentes, entre ellas, emanciparse, ser o no ser madre, incluidos los tópicos y clichés.
Dirigida por la hija del conocido director Emilio Martínez Lázaro, que en este caso ejerce de productor, propone la historia de Emma una mujer sin pareja y sin trabajo estable, que no sabe qué hacer con su vida y cae en una depresión existencial.
Emma, que escribe cuentos para niños, se despierta en medio del caos en que se ha convertido su existencia, y su mejor amiga, Lola, le anuncia que por fin se ha quedado embarazada y le pide que sea la madrina de su primer bebé.
La mecha de la implosión la enciende Lola, que disfruta, aparentemente, de todo de lo que carece ella: el trabajo, la casa, la pareja y los hijos que están a punto de llegar.
El título de 'Hacerse mayor y otros problemas' es el del primer cuento que ha escrito Emma, cuyas soluciones bien podría seguirlas ella misma, y aunque escribe para niños pequeños o no les gustan y no desea tenerlos de momento, o no sabe aún cómo manejarlos cuando ha de cuidar los de su amiga, a pesar de haberla elegido para sea la madrina o tutora.
Emma trata de poner orden en su vida y equilibrio entre lo que quiere hacer y lo que la sociedad espera de ella.
La película esconde una reflexión sobre aquellas personas que se sienten fracasadas por no llevar una vida convencional y que ven cómo a sus miedos e inseguridades se suman las responsabilidades de la vida adulta, como la maternidad, en un film que va muy dirigido al público femenino.
No es una historia autobiográfica pero hay mucho en ella de la joven directora, guionista, productora y montadora, de su propia experiencia vivida que habla de tener o no tener hijos, de hacerse mayor y de decidir si adquirir nuevas responsabilidades en la vida y de afrontar posibles malas rachas que puedan llegar.
La acción se desarrolla en un contexto bastante universal en la sociedad contemporánea, y está llevada a cabo de forma rutinaria, con pobres soluciones narrativas y los actores están pasados de frenada en algunos momentos en la caricatura que hacen de sus tópicos personajes.
La directora tras dirigir tres cortos debutó en el largometraje con 'Una casa frente al mar' (2011), al que siguió 'Mirabilis' (2015) que fueron mal distribuidos y poco vistos y ahora nos ofrece el tercer título largo de su filmografía, realizado con un tipo de cine siempre tendiente a la comercialidad, dado el mal resultado de sus trabajos anteriores, pero eso mismo le ahoga en algunas posible soluciones narrativas en las que a veces deja las escenas cortadas, en el aire, sin que tengan una continuidad con la siguiente lo que hace que no tenga ritmo y sin en algún momento lo tiene lo pierde pronto y las situaciones en que se encuentran los protagonistas tampoco es que tengan mucha comicidad y con diálogos con poca calidad.
Es la típica cinta dirigida por una mujer y protagonizada por otras tres, que tal vez sea una manera de reivindicar un mayor protagonismo para ellas en la pantalla o es que escriben y filman de lo que entienden.
El trío femenino cumple con sus cometidos que no son de mucho esfuerzo.
A pesar de ser el tercer título largo de Clara Martínez-Lázaro aún no tiene el ritmo de su padre.
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