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CRITICA
Por: PACO CASADO
Adam Pontipee, el mayor de siete rudos hermanos leñadores, baja al pueblo a buscar esposa y convence a Milly para casarse con él ese mismo día y regresan al hogar.
Siguiendo el ejemplo de su hermano mayor, que acaba de casarse con Milly, los seis hermanos restantes deciden que ha llegado el momento de imitarlo, pero como viven aislados entre las montañas no conocen a ninguna chica.
Cuando por fin se enfrentan a unas muchachas en el baile, todas ellas tienen compromisos con hombres del pueblo.
Ellos entonces no ven mejor idea que raptarlas, recordando el caso de los romanos con las sabinas.
Su nueva esposa, Milly, tendrá que hacerse cargo de la casa y además de los seis hermanos restantes.
Ella se encargará de pulir a sus seis cuñados para que así puedan encontrar a sus propias esposas.
El primer día que ven a unas chicas quedan perdidamente enamorados de ellas, así que deciden raptarlas y llevarlas a su casa al pie de las montañas rocosas.
El rescate de las chicas se hace imposible porque el camino que lleva a la casa queda bloqueado por un alud de nieve.
Mientras esperan el deshielo, va creciendo el amor entre ellos.
Es uno de los mejores musicales de Hollywood cuyo relato es una adaptación de la clásica historia del rapto de las Sabinas.
Está dirigido por Stanley Donen, uno de los grandes renovadores del musical moderno, con el respaldo coreográfico de Michael Kidd, que logró uno de los más perfectos de la historia del cine de este género, ya que se había conseguido un ramillete de canciones tan inspiradas que justamente lograron el Oscar a la mejor banda sonora para film musical, aunque lo que más ha quedado en el recuerdo colectivo son los frenéticos bailes acrobáticos, la mayoría de ellos llevados a buen término por el bailarín Russ Tamblyn, que más tarde interpretó a Riff, el líder de los Jets en West Side Story (1961), todo un clásico del género musical.
La banda sonora, llena de hermosas canciones, se hicieron muy populares que fue recompensada con un Oscar que sería el primero de los tres que recibiría en su carrera Adolph Deutsch.
La cinta logró además cuatro nominaciones en los apartados de mejor película, guion, fotografía y montaje.
Realizado con mano maestra, lo sitúa a la altura de las mejores muestras del musical nortamericano de la época dorada del cine de Hollywood.
Es de destacar el aire desenfadado que inunda todo la trama, la comicidad de algunas escenas y la fenomenal pelea en la construcción del granero como ejemplo maravilloso de buen acabado y montaje.
Globo de oro al mejor actor promesa para Jeff Richards.
Oscar a la banda sonora. Premio OFTA. Premio National Film Registry. Premio WGA al guion. Laurel de oro a Howard Keel. Premio NBR.
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