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CRITICA
Por: PACO CASADO
El cine americano en su afán espectacular de conseguir el más difícil todavía, como en el circo, no tiene inconveniente en desatar las fuerzas de la naturaleza, resucitar dinosaurios o poner en apuros al mismísimo presidente de los Estados Unidos, como ocurre en 'Air Force One" (1997).
Tras una declaración de principios en Rusia en favor de la democracia, y tolerancia cero contra el terrorismo, el Presidente de los Estados Unidos, tras visitar el Kremlin, vuelve a su país a bordo de su avión particular, el Air Force One.
Pero un grupo de terroristas, de radicales comunistas, que se hacen pasar por periodistas, logran colarse en su interior y de esa manera, secuestran al primer mandatario, junto a su familia, su séquito, haciéndose con el control del avión y piden la liberación de un líder comunista recién encarcelado a cambio de los rehenes a los que planean ejecutar cada media hora si no se cumplen sus exigencias.
La negociación se establece desde Washington con la vicepresidenta, que se ha quedado en Washington, pero será el propio Presidente quien encabece la resistencia desde el interior del aparato.
A partir de ese momento el Presidente ha de decidir entre la vida de sus seres más queridos y el futuro del mundo libre.
Una película discutible desde la óptica del realismo y la ideología, pero que, a cambio compensa con creces en espectacularidad y en cuanto a la tensión cinematográfica.
Los guionistas se han empeñado en poner las cosas cada vez más difíciles en la pantalla con tal de conseguir la máxima emoción y suspense.
No les importa exagerar algunas situaciones límites o falsear la realidad con tal de conseguirlo.
Así ocurren una serie de inexactitudes en este avión presidencial y en el transcurso de la acción desarrollada en el interior del mismo, pero lo importante es poner los nervios de los espectadores en tensión y eso se consigue sobradamente.
No importa que otras facetas queden ocultas, como el partido al que pertenece el Presidente, si lo importante es que es muy patriota, que lucha por el bienestar de su país, la libertad del mundo libre y por salvar a su familia.
Dirigida por el alemán Wolfgang Petersen se beneficia de haber contado con un excelente reparto encabezado por Harrison Ford para hacer más creíble al personaje, ya que es un actor capaz de la mayor hazaña y al mismo tiempo el ser más vulnerable de la Tierra.
Indudablemente las escenas con su oponente Gary Oldman, en uno de sus habituales papeles de villano histriónico, son las que tienen más fuerza, a lo que prestan también bastante realismo las dramáticas interpretaciones de Wendy Crewson, como Primera Dama, y de la debutante Liesel Matthews, como su hija, o de Glenn Close en el personaje de la vicepresidenta.
Su rodaje tuvo lugar en una base militar, requirió un gran despliegue técnico además de la asistencia de las fuerzas armadas norteamericanas.
Tal como estaba previsto arrasó en la taquilla recaudando más de 300 millones de dólares en todo el mundo.
En definitiva un thriller de acción, espectacular, un tebeo, un pasatiempo de lujo, al que no se le puede pedir otra cosa que distraiga, como lo hace este 'Air Force One'.
Nominados al Oscar el montaje y el sonido. Premio Bambi a la dirección y a Harrison Ford. Premio Blockbuster a Glenn Close. Premio BMI a Jerry Goldsmith. Premio Bogey Germany.
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