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CRITICA
Por: PACO CASADO
El compartir la línea telefónica, provoca equívocos entre Allen, un joven compositor, y Jean, una guapa decoradora, lo que constituye la base del argumento de esta comedia, a pesar de tener un punto de partida minúsculo, pero muy propio del género.
Allen la utiliza básicamente para hablar con sus múltiples novias y, debido a constantes interferencias, Jean lo escucha todo.
Esto le fastidia bastante y siempre acaba discutiendo con él.
Un día coinciden en una fiesta y Allen reconoce a Jean por la voz y entonces trata de conquistarla.
Jean se da cuenta, ya que utiliza las mismas estrategias que con las otras chicas, y entonces decide vengarse.
Surgen luego las complicaciones que mantienen el interés del público y todo concluye con el convencionalismo de las primeras secuencias.
Se trata de una de las múltiples comedias protagonizadas por pareja Rock Hudson y Doris Day, concretamente la que le dio el espaldarazo definitivo como dúo cómico.
El film sirvió de referencia para muchas imitaciones posteriores, algunas de ellas por parte del mismo director Michael Gordon que volvió a usar la misma fórmula con alguna variante.
El argumento sigue las normas típicas de esta clase de comedias blancas, y en este sentido es bastante predecible, sin embargo cuenta con unos ingeniosos y rápidos diálogos que le valieron el Oscar al mejor guion.
Además la película contó con una buena respuesta por parte del público resultando muy favorecida en la taquilla.
Aparte de ello hay que reconocer la originalidad de la historia, la frescura de las divertidas situaciones, el diálogo chispeante y el feliz hallazgo de algunos momentos muy logrados que contribuyen a equilibrar la cinta, a lo que hay que añadir la estupenda interpretación de Doris Day, magnífica cantante y buena actriz, así como la de la estupenda secundaria Thelma Ritter, ya que ambas fueron nominadas.
Rock Hudson se defiende en su papel, y el que resulta más afectado resulta Tony Randall.
Michael Gordon realiza dignamente esta comedia, sin destellos pero con acertada técnica que le permite sacarle todo lo que podía dar de sí.
Una alta comedia sin otra pretensión más que la de divertir, magníficamente vestida, fotografiada e interpretada, provista de buenas canciones, algunas de ellas se hicieron muy populares, como la que daba título original al film, Pillow talk, que cubren bien el expediente y con destellos de brillantez en su trama.
Oscar al mejor guion. Rock Hudson ganó el premio Bambi al mejor actor internacional. Laurel de oro para la mejor comedia y para Doris Day. Gold Medal en los premios Photoplay. Nominados a los Globos de oro a mejor comedia, Doris Day y Tony Randall.
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