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CRITICA
Por: PACO CASADO
La cinta que comentamos es un canto al esfuerzo, al tesón humano, a la fuerza de voluntad de unas personas que quieren superarse a sí mismos y demostrar al mundo que con ilusión y trabajo se puede lograr todo.
Esta fe y esas cualidades son las que adornan a un grupo de atletas de color, jamaicanos, que se proponen ir a las olimpiadas de invierno de Calgary (Canadá) y lograr una medalla en un deporte tan desconocido como es el "bobsleigh".
Se trata de una especie de bólido que se desliza sobre hielo por una larga pendiente llena de curvas.
Imagínense que nada más citar el nombre de Jamaica en un deporte sobre hielo da risa.
Ese es el increíble argumento de esta comedia, pero que resulta más creíble cuando sabe que se basa en un libro que cuenta la historia real de esa proeza llevada a cabo por el equipo jamaicano de ese deporte en 1988.
La historia es sencilla, con algunas situaciones cómicas derivadas de lo absurdo del tema y la rivalidad propia de los otros deportistas que se meten con los pobres jamaicanos, sin medios y arropados solamente por su fe en el triunfo y la confianza en ellos mismos.
Sencilla comedia deportiva, sin complicaciones, llevada a cabo por Jon Turteltaub, en la que destaca la presencia del gordo John Candy, que sirve para pasar el rato a una audiencia juvenil.
Pantalla de oro en los premios alemanes. Premio BMI a Hans Zimmer a la mejor banda sonora.
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