|
CRITICA
Por: PACO CASADO
No son muchas las producciones que salen de la República Dominicana cada año, ya que apenas si llegan a la docena en el mejor de los casos, pero en esta ocasión tenemos la oportunidad de poder ver una de ella.
Antonio Arturo Franco de la Rosa es un cuarentón, soltero, que vive con sus padres en el pueblecito de Jarabacoa, que un día éstos lo envían a la ciudad, a casa de sus primos, para que busque una mujer con la que casarse.
Antonio toda su vida la ha pasado cultivando café y cuando llega a la ciudad se enamora de la primera mujer que ve y que después, casualmente, llega a conocer.
Cae mal en la familia de su primo Rafael, casado con Maribel, con la que tiene una hija adolescente, Estrellita, y también vive con la suegra.
Entre Rafael y su hermano Felipe, le buscan un empleo en un restaurante chino de friegaplatos, donde conoce a Laura, una abogada, que se enamora de él sin saber cuál es su trabajo.
Se trata de una amable comedia en la que el café tiene una gran presencia como motivo del oficio del protagonista y que le sirve además a él para conquistar a la que puede ser el amor de su vida.
La historia está contada por partida doble por los dos primos de Antonio, siendo Rafael el que lleva la voz cantante aunque con las oportunas interrupciones por parte de Felipe.
Como solía ocurrir en los films de Billy Wilder aquí también hay un doble final.
Cuando parece que se da por terminada la historia, Felipe se arroga el derecho de enmendar la plana diciendo la última palabra de cómo terminó este romance amable, con algunos puntos para la comedia, con situaciones divertidas, aunque con una ingenuidad tan grande con intención de agradar.
En Frank Perozo se da la circunstancia de muchos actores que sienten la necesidad de ponerse algún día detrás de las cámaras y en este caso, tras intervenir en más de medio centenar de películas y series de televisión, debuta en la dirección de un largometraje de ficción con 'Colao' (20017) y lo hace de manera discreta, sin complicarse la vida para sacar adelante esta cinta que no pretende otra cosas que entretener al espectador, sin que denote que se trata de una ópera prima.
Tiene un comienzo dinámico, acompañado por la alegre banda sonora repleta de ritmos sudamericanos, pero como suele ocurrir en esta clase de producciones de estos países no está muy cuidado el sonido y a veces se escapan palabras, sobre todo cuando hablan bajito.
Mejor comedia en los Premios Soberano 2018. Premio del público en el festival de cine dominicano en Montreal (Canadá).
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
BANDA SONORA
CLIPS
CÓMO SE HIZO
VIDEO ENTREVISTAS
AUDIOS
PREMIERE