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CRITICA
Por: PACO CASADO
Leyre es un ama de casa divorciada, cercana a los 50, que vive en la ciudad de Bilbao, con una vida acomodada y con una personalidad algo dispersa, que debe enfrentarse a una situación para la que nadie está preparado: su hijo, Asier, un adolescente con algún problema de conducta, mata sin querer ni premeditación, en un arrebato, a Cosme, su padre, un día que va a hacerles una visita, y tras una discusión con su madre.
Leyre trata de proteger a su hijo, un adolescente que es menor de edad, pero no desea que vaya a un correccional y está dispuesta a echarse las culpas, pero entonces lo dejaría solo.
Es por ello por lo que tratará de buscar una solución que sea válida para ambos, pero algunas de las que se les ocurre son absurdas y en su lugar lo que hace es empeorar la situación produciéndose más muertes.
Entre tanto la actual esposa del difunto, Vanesa, y su abogada Susana, tratan de tapar la trama de corrupción de su empresa y un par de policías corruptos son encargados de llevar a cabo las investigaciones del caso.
Gracia Querejeta, hija del famoso productor vasco Elías Querejeta, se convirtió hace años en directora debutando con 'Una estación de paso' (1992).
Desde entonces aquí ha realizado ocho largometrajes siendo éste el primero que lleva a cabo con un guion ajeno, escrito por Luis Marías, en el que no ha intervenido como ocurría en los anteriores, y tal vez sea por ello no le ha salido una película tan redonda como las precedentes en las que por lo general daba en el clavo.
En este caso se limita únicamente a darle forma según su manera de entenderlo, a la hora de ponerlo en imágenes.
El film que comentamos tiene mucho de comedia, algo de risa y de drama, un poco de suspense, de humor negro, y aunque a lo largo de la trama asoman ciertos elementos de sus cintas anteriores, como la familia desestructurada, los crímenes, la corrupción, etc., no es lo mismo.
No acaba de funcionar a pesar de que sigue estando aquí también Maribel Verdú, que es como su actriz fetiche, su musa, que es la cuarta vez que trabaja con ella, una mujer que tiene una capacidad asombrosa y una gran versatilidad para incorporar a sus personajes, con la que se entiende muy bien.
Tiene un reparto espectacular, de lujo, aunque sea actuando cada uno de ellos en pequeños papeles, en los que demuestran su calidad interpretativa, a veces demasiado histriónicas, como Luis Tosar, Raúl Arévalo, Antonio Resines, Javier Cámara, las actrices Paula Echevarría y la colombiana Juana Acosta y dos jóvenes promesas Miguel Bernardeau (hijo de Ana Duato) y Asier Rikarte.
El guion tiene bastantes situaciones absurdas en su afán de hacer reír y otros tantos agujeros como trama policiaca.
Querejeta lleva la historia a un ritmo trepidante, aunque con algunos altibajos, con unos personajes excéntricos, disparatados, patéticos, otros absurdos, que se encuentran en situaciones dramáticas o divertidas, según los casos, en varias ocasiones.
Sin embargo algo falla, que no acabamos de determinar, para que se quede a medio camino de lo que ha sido siempre el logro de sus anteriores títulos.
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