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CRITICA
Por: PACO CASADO
Cuando protagonizó esta cinta, Sylvester Stallone estaba en lo más alto de su carrera y eran grandes los éxitos taquilleros que había logrado.
Entonces llevaba a cabo la serie de Rocky, que iba por el cuarto capítulo, y la de Rambo, que estaba en la segunda película.
Entre una y otra llevó a cabo esta novela de Paula Gosling, que plasma lo que hoy sucede en las calles norteamericanas, a juzgar por las estadísticas de robos, violencia y crímenes que ocurren a diario, que se dan al inicio del film.
Ante esa abundante plaga de delincuencia y la poca dureza de los jueces al aplicar las leyes para reprimirla, surge la figura del hombre duro, que se toma la justicia por su mano, como ya se ha dado en otros ejemplos cinematográficos, o como en el caso de este Cobra, el policía que primero dispara y después pregunta. Posee un esquema muy simple, un breve suceso del asalto a un supermercado para dejar definida la actitud del protagonista y tras ello la resolución de otro caso completa el metraje.
Todo con un despliegue de medios, violencia y espectacularidad, para subrayar las acciones del hierático Stallone y su entonces guapa mujer Brigitte Nielsen, dirigidos por el artesanal Pan Cosmatos.
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