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CRITICA
Por: PACO CASADO
Esta película pone una vez más de manifiesto la valentía del cine norteamericano para hacer la autocrítica de aquellas cuestiones que no están bien.
En la ciudad de Sparfa, del Estado de Mississippi, donde el odio se acumula en el corazón de los habitantes y se comete un crimen sobre un rico hombre de negocios, siendo detenido como sospechoso a un negro que, al identificarse, resulta ser un inspector de policía de Filadelfia, otro Estado de la Unión, especialista precisamente en homicidios.
A requerimiento de su jefe, decide intervenir en el esclarecimiento del caso, teniendo que enfrentarse para ello con el jefe de la policía local, un tipo duro y con el ambiente hostil que reina en esa localidad sudista en la que la cuestión racial está al rojo vivo.
Este último aspecto, es el que preside la concepción de esta historia, sobreponiéndose a lo puramente policiaco, a pesar de que la trama es interesante también en este aspecto.
Una simple cinta policiaca se aprovecha para hacer un feroz ataque contra el racismo imperante, la corrupción de la policía, la lucha de clases y el caciquismo existente en algunas pequeñas ciudades norteamericanas.
Es un cine muy asequible al espectador medio y una delicia para el buen aficionado que sabe apreciar mejor los valores que contiene su realización y su buen ritmo narrativo.
El director Norman Jewison hace una notable película, de gran perfección formal en su género y muy cuidada en su estilo.
Quizá se haya sacrificado un poco la intriga policíaca en favor del contenido de corte social, antes apuntado, lo que no hace mella en el buen logro final, aunque tenga algunos convencionalismos propios de este género.
Posee una cuidada ambientación y fotografía de Haskell Wexler con un buen uso del technicolor, así como una muy inspirada partitura musical de Quincy Jones que, junto a la notable puesta en escena y dirección de Norman Jewison, completan el cuadro de valores de este magnífico film policiaco.
Cuenta con una pareja de actores sensacional: Rod Steiger ganó el Oscar por el estupendo papel del jefe de policía Bill Gillespie, y a no menos altura se puede situar el trabajo que lleva a cabo el actor de color Sidney Poitier como el detective Virgil Tibbs, cuya meritoria actuación es tan notable como la suya.
Otros cuatro Oscar más fueron a parar a la mejor cinta, al guion adaptado, al sonido y al montaje.
Ganó también el Globo de oro al mejor drama, a Rod Steiger y al guion, y el Bafta a Rod Steiger y Norman Jewison. Premio Edward Allan Poe a Stirling Silliphant. Laurel de oro al mejor drama y a Rod Steiger. Premio Sant Jordi a la mejor película extranjera y a Rod Steiger.
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