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CRITICA
Por: PACO CASADO
En Steven Spielberg se dan varias facetas: la de director, guionista y productor y cada vez utiliza una u otra o todas al mismo tiempo.
Así, como se le acumula el trabajo a este "niño de oro de Hollywood" a veces se permite el lujo de dejar que otros dirijan sus producciones, aunque naturalmente no salen igual.
Él rueda las películas que le gustaban de niño, por lo que generalmente son para todos los públicos, pensadas como auténticos tebeos cinematográficos, fáciles de ver por la concurrencia infantil y divierten a todos por igual, incluidos los mayores.
'Los Goonies' (1985) se podría decir que es un film producto de retales que resucita el viejo tema de las películas de aventuras de antaño, de tesoro escondido que hay que buscar, como ocurre en 'La isla del tesoro', de Robert L. Stevenson.
Pero en este caso no lo persiguen los piratas sino unos jóvenes inadaptados que se hacen llamar Los Goonies en una larga aventura en la que descubren un antiguo mapa y emprenden una búsqueda para encontrar el tesoro perdido de un legendario pirata, al estilo de las correrías de Huck Finch o Tom Sawyer.
Todo sucede en una pequeña población costera donde nunca pasa nada, hasta que un día una familia va a ser expulsada de su casa.
Mikey y Brandon Walsh son dos hermanos de esta familia está a punto de mudarse de casa porque unos constructores quieren hacer un campo de golf en el vecindario donde viven, a menos que recauden suficiente dinero con el que pretender salvar la hipoteca de su vivienda.
Cuando Mike encuentra en el desván un mapa del tesoro de la famosa fortuna oculta de Willy el tuerto, ambos hermanos y sus amigos emprenden la búsqueda con la esperanza de salvar el vecindario.
El tesoro está en una caverna pero la entrada está bajo el restaurante del malvado ladrón Mama Fratelli, que tiene dos hijos pero logran hacerse amigo de Sloth que decide ayudarles.
En algunos momentos tiene reminiscencias de Indiana Jones, como es la persecución de la mina o la piedra rodante y hasta está el pequeño oriental que trabajó en la segunda de esa serie.
Por otra parte la desbordada fantasía de Steven Spielberg no tiene límites, ya que aquí no es sólo productor sino que también ideó el argumento, lástima que Richard Donner no le imprima el ritmo adecuado que le hubiera dado él, ni tenga tampoco la misma imaginación que le hubiera dado él en la puesta en escena.
Realizada con un buen presupuesto y con los medios con los que ha contado, maneja bien a los pequeños actores, no faltan los buenos efectos especiales y la habitual música espectacular de Dave Grusin a veces influido por John Williams, siempre presente en los films de Steven Spielberg.
Los malos se comportan como en un film infantil, de forma ingenua y sin maldad y los niños reaccionan como deben hacerlo, con fantasía, con limpieza ante las acostumbradas trampas, los sustos y el suspense
Una cinta que divierte a los pequeños y entretiene a los adultos, que si no ha salido más redonda es por la dirección de Donner que alarga demasiado el final comportándose con corrección en el reto del trabajo..
Premio Saturno a la mejor actriz de reparto para Anne Ramsey de la Academia de ciencia ficción, fantasía y horror. Premio de la National Film Preservation Board. Premio Young Artist para Sean Astin.
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