|
CRITICA
Por: PACO CASADO
Martin Scorsese, tras algunas decepciones con respecto a la Academia, parece estar dispuesto a convencerles definitivamente y para ello vuelve a sus ancestros, a sus orígenes, a hacer el cine que mejor sabe y es capaz de realizar, el de la mafia, aunque en este caso no sea la italiana sino la irlandesa de Boston, en la que manda Frank Costello, un capo, dueño y señor, que ha conseguido infiltrar a un agente doble en la policía, como también lo ha hecho el cuerpo policial en su banda.
Para contar esta historia, que proviene de un film de Hong Kong, 'Mou gaan dou', cuyo título occidental es 'Juego sucio' (2002), de Lau Wai-Keung y Alan Mak, protagonizado por Tony Leung y Andy Lau de gran éxito en su país, del que se ha hecho una trilogía, elige al guionista de 'El reino de los cielos' (2005), William Monahan, que reescribe por completo todo el argumento y logra un excelente guión de cine negro en el que se incluyen todas las características del mismo, actualizadas con una violencia a flor de piel y que Scorsese muestra de la forma más realista posible de principio a fin.
Es el relato de dos jóvenes de la misma extracción social que cae cada uno de un lado, de la honradez o de la corrupción, aunque los dos militen en la policía.
Son como las dos caras de una moneda, que comparten la misma mujer sin saberlo, que muestran la dualidad del ser humano, que a menudo se juegan sus vidas en busca de una identidad en unos terrenos peligrosos, ajenos y difíciles en que se desenvuelven en los que los límites del bien y del mal se han borrado.
El guion comienza un poco titubeante hasta que logra situar a los personajes y enfila una carrera vertiginosa hasta su brutal desenlace en donde se hace justicia.
Hay algunos detalles o personajes que quedan perdidos por el camino pero no tienen gran importancia, cuidando muy bien los diálogos.
Por primera vez Scorsese, que se ha basado otras veces en obras literarias, lo hace en una cinta ya existente aunque no parece que se pueda hablar de remake puesto que posiblemente sólo fue la fuente de inspiración para un relato que a la postre seguramente resulta distinto.
El ritmo que da a la puesta en escena, dominando el tiempo y el espacio, la forma de ordenar las secuencias, de situar la cámara en momento, es realmente de una calidad que nos remite y nos recuerda a 'Uno de los nuestros' (1990), la mejor película de Martin Scorsese en esta materia, rodada sin un sólo desfallecimiento, dominando siempre la narración.
Jack Nicholson se sitúa al frente de un estupendo reparto en el personaje de Frank Costello, dueño y señor de las calles de Boston, del que hace una auténtica creación, bien seguido por un Leonardo Di Caprio que de la mano de Scorsese va a más, bien respaldado por buenos secundarios como Martin Sheen, Matt Damon o Mark Wahlberg, destacando en una segunda línea Ray Winstone en el personaje del Francés, un tipo violento y sin escrúpulos.
En resumen, dos horas y media del mejor cine que sabe hacer un director ya clásico como Martin Scorsese que logra conjugar comercialidad y calidad artística.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
BANDA SONORA
CÓMO SE HIZO
VIDEO ENTREVISTAS
AUDIOS
PREMIERE