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CRITICA
Por: PACO CASADO
Peter Hyams es uno de los directores de Hollywood especialista en estos momentos en películas de ciencia ficción, en el que se mueve como pez en el agua, como ya ha demostrado sobradamente con 'Capricornio Uno' (1977) y 'Atmósfera cero' (1981), que para no ser menos se ha visto tentado por uno de los temas frecuentes en este tipo de films: el viajar en el tiempo.
Año 2004. La posibilidad de viajar en el tiempo ha creado una nueva estirpe de criminales: los que manipulan los hechos históricos en su propio beneficio.
Para combatirlos, el Gobierno crea una nueva agencia de policía cuya misión es interceptarlo y arreglar los desaguisados que hayan podido crear en el devenir de la historia.
Grandes maestros de la literatura de este género lo incluyeron en sus novelas y en esta ocasión se vuelve a tratar, a propósito de un tema muy actual, al menos cerca de nosotros, como es la especulación y el dinero fácil tras disponer de una información privilegiada, con la que se hacen grandes fortunas de manera rápida.
En este caso la forma de adquirirla es la de viajar hacia atrás en el tiempo y saber cual va a ser la bolsa que subirá mañana para poder invertir en las acciones más rentables el día anterior y obtener pingües beneficios casi al momento.
Este es el asunto de 'Policía en el tiempo' (1994), donde el senador Mc Comb, para obtener fondos para su campaña, viaja atrás en el tiempo para lograr este tipo de información y beneficiarse de ello.
En el año 2004, que es donde se desarrolla buena parte de la historia, ya hay establecida una especie de control para evitar este tipo de delitos y unos policías encargados de vigilar que eso no suceda.
Uno de estos agentes es Max, quien tratará de impedir que el citado senador haga de las suyas, en compañía de sus secuaces.
Para darle un poco más de emoción se introduce una pincelada sentimental mediante el asesinato de la esposa de Max a cargo de los citados delincuentes y la tentación de rescatarla del pasado aún viva para el presente.
Se trata de la adaptación cinematográfica de unos cómics de la editorial Dark Horse que se convirtió en el mayor éxito de taquilla de su protagonista, el musculoso Jean-Claude Van Damme.
El problema de esta cinta es que el guion se complica excesivamente para llevar a cabo un tema tan sencillo y fácil como éste, embarullando demasiado las cosas, cuando todo debe ser expuesto de una forma más directa.
Al contar con Jean Claude Van Damme en su reparto, la película se desvía al clásico film de patadas y puñetazos en el que el famoso actor belga se siente más cómodo que un pato en un estanque.
El guionista tampoco le saca partido a un atractivo personaje de malvado que se le da bien al socarrón de Ron Silver.
La cinta posee algunos efectos especiales sencillos, que no llaman mucho la atención y así tenemos una producción de ciencia ficción al uso.
Van Damme tal vez haya dado un paso adelante en el cine americano, pero Peter Hyams lo dio atrás, no obstante ambos volvieron a trabajar junto en 'Muerte súbita' (1995).
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