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CRITICA
Por: PACO CASADO
De todos los espectadores más veteranos es conocido el interés que despertaba en la televisión la serie de acción y espionaje creada en 1966 por Bruce Geller 'Misión imposible' que duró hasta 1973 y ahora también los más jóvenes disfrutan de ese mismo éxito que están teniendo las adaptaciones a la pantalla grande los capítulos de esa serie con el mismo nombre, que comenzaron en 1996 dirigidos por Brian de Palma, aunque no sean los guiones originales los que se llevan a cabo, sino solamente se usan los caracteres de sus personajes, que cada nueva entrega trata de superar en espectacularidad a las anteriores.
Periódicamente se nos ofrece un nuevo capítulo, este que comentamos es el sexto, y a decir verdad cada vez son más inverosímiles, aunque también hay que decirlo que haciendo alusión a su título son las misiones más imposibles.
En esta nueva entrega, que es una continuación de la anterior, 'Misión imposible: Nación secreta' (2015), nos encontramos con Ethan Hunt y su equipo junto con algunos aliados conocidos en una carrera contrarreloj después de una misión fallida.
Hunt, agente secreto de operaciones de campo para el FMI, una agencia de élite que se encarga de llevar a cabo peligrosas y sensibles misiones internacionales que han sido considerada como imposible, vuelve a la carga.
En esta ocasión presenta a Ethan Hunt y su equipo en una lucha contrarreloj después de que una misión saliera mal en esta sexta entrega de la famosa franquicia, que cuenta cómo dos años después de que Ethan Hunt apresara al anarquista Solomon Lane, los restos de componentes del sindicato han formado una nueva organización llamada los Apóstoles, dirigida por John Lark, que planea comprar tres núcleos de plutonio, con aviesas intenciones.
Hunt se encargará de impedirlo, pero el empeño falla una vez más, por lo que con su equipo tratará de encontrar la peligrosa mercancía antes de que sea demasiado tarde.
Al grupo se le August Walker, un agente de la CIA, por orden de su directora, Erika Sloane, a pesar de que Ethan no está de acuerdo, ya que únicamente confía en la eficacia de sus hombres.
Esta vez ha sido el propio director y oscarizado guionista Christopher McQuarrie, que repite a los mandos de la millonaria franquicia, el encargado de escribir el guion en el que se dan cita innumerables aventuras a cada cual más peligrosa siendo posiblemente una de las más conseguidas de la serie, con una incontable serie de secuencias de acción en las que los protagonistas se juegan la vida constantemente.
Están muy bien coordinadas pero resulta poco menos que increíble que puedan estar en tantos sitios y con perfecta puntualidad para llegar a tiempo de todo, pero eso mismo hace que el espectador esté constantemente con el alma pendiente de un hilo y preste la máxima atención al complicado argumento, en el que en los metros finales se estira demasiado el tiempo para crear el suspense, aunque sean varias acciones, marca de la casa, las que suceden de manera simultanea.
A pesar de las casi dos horas y media de proyección, en ningún momento se mira el reloj empapados en lo que sucede en la pantalla para no perder detalle, al tiempo que conocemos algunos detalles del pasado de Hunt y su reencuentro con uno de sus seres más queridos.
Junto a Tom Cruise regresan algunos de los actores que intervinieron en las anteriores misiones como Ving Rhames, Simon Pegg, Rebecca Ferguson, Michelle Monaghan a las que se suman las incorporaciones de Angela Bassett como jefa de la CIA y Sean Harris que repite como villano.
Un ejemplo de buen cine de acción aunque tengamos que tragarnos todos sus convencionalismos propios del género.
Mejor actor de reparto a Henry Cavill concedido por el publico en los premios CinEuphoria. Mejor secuencia de acción en los premios Golden Schmoes. Nominado al Bafta al mejor sonido.
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