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CRITICA
Por: PACO CASADO
Hay algunas producciones en las que se trata de salir de un laberinto y para ello hay que encontrar la salida y en esta que comentamos resulta algo parecido ya que no hay tal laberinto sino una serie de claves, que son como las piezas de un puzzle que hay que colocar cada una en su sitio, para poder salir.
Un grupo de seis personas, Zoey, Ben, Jason, Mike, Amanda y Danny, desconocidas entre si y en principio sin nada en común, reciben una misteriosa caja con una invitación para participar en un juego que está muy de moda desde su creación en 2010.
De repente se encuentran encerrados en una habitación mortal en la que deberán cooperar unos con otros y usar su ingenio para resolver varios acertijos para escapar y poder sobrevivir, porque lo que está en juego son sus propias vidas.
La idea de esta película surge o parte de uno de los juegos más populares de los últimos años en las grandes ciudades, como son las salas de escape.
Está dirigida por Adam Robitel, autor de 'Insidious: La última llave' (2018) que es el segundo largometraje tras debutar en la dirección con 'The Taking' (2014) después de realizar varios documentales cortos.
'Escape Room' (2019) es el tercer título de su filmografía y se trata de una versión americana de las famosas habitaciones de escape que ahora funcionan en todo el mundo, en un juego en el que los personajes entran pero que para salir han de buscar una serie de claves, de códigos, descifrar enigmas y encontrar pistas, cada una más complicada que la anterior, que les vayan llevando de un lugar a otro o solucionando el problema planteado en cada ocasión y todo ello contrarreloj, siendo el hallazgo de alguna de ellas bastante casual o inverosímil.
A los concursantes no se les permite acceder con un teléfono móvil para no poder fotografiar las soluciones, ni llamar para salir del juego.
Aquí la situación es diferente ya que si no se sabe salir se encuentra la muerte, algo que no saben los concursantes, a los que se les promete 10,000 dólares para el ganador.
Es una producción barata, con un corto presupuesto y apenas dos docenas de actores, casi todos desconocidos, en la que los personajes que van quedando pasan por distintas habitaciones y cada una de ellas les proporciona un peligro mayor y diferente.
Es muy entretenida, pero los personajes son muy arquetípicos. El pasado de cada uno de ellos tiene algo que ver con el hecho de haber sido seleccionados, pero nunca se llega a conocerlos en profundidad, tan sólo se nos da algún que otro flash back como referencia que nos da una pista de su pasado y el motivo de haber sido escogido.
No es una película de terror sino más bien de suspense por saber quién quedará el último con vida, como suele ocurrir en este género pero no da para mucho más.
Es para un público muy determinado, que le gusta pasar miedo con el suspense de situaciones extremas ante la posible muerte si no se consigue salir de este complejo laberinto que son las distintas habitaciones, alguna de ellas bastante increíble.
En ciertos aspectos del juego recuerda a títulos como los de la serie Saw, aunque sin tanto sadismo o también a las de Destino final en las que la muerte está siempre presente, con un giro final un tanto imprevisible, como así mismo resulta poco creíble que esos escenarios se den en un edificio de pisos ni tampoco cómo termina, pero no queremos hacer spoiler.
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