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CRITICA
Por: PACO CASADO
Las biografías o biopic como las llaman los modernos, suelen funcionar mal en la pantalla, ya que como decimos siempre, es muy difícil meter toda una vida en dos horas.
En este caso lo que se cuenta se limita a un período de tiempo de unos meses por lo que es más fácil de resumir.
La acción se sitúa en 1952 cuando las carreras de Stan Laurel y Oliver Hardy y la salud de éste había comenzado a fallar.
Conocidos en España como El gordo y el flaco formaron uno de los dúos cómicos más famosos de la pantalla y sus películas se vieron en todo el mundo.
Ésta se centra en sus vivencias en un momento en que trataban de reavivar su carrera con una gira teatral por la Gran Bretaña en los años 50 con teatros casi vacíos porque ya casi nadie los recordaban, y se pueden imaginar lo que pase con ésta en la que nos descubre que no todo fueron risas detrás de las bambalinas para esta pareja, que protagonizó más de cien films entre 1921 y 1951, que influyeron en varias generaciones de cómicos que vinieron después.
En ella se nos cuenta la gira que hicieron por Inglaterra antes de separarse definitivamente, que nos hace recordar los buenos momentos que vivimos los más adultos con esta pareja en el cine que lo mejor es el trabajo que hacen los dos principales protagonistas Steve Coogan y John C. Reilly, perfectamente caracterizados dando una imagen notable de los originales.
Es pues la historia de la decadencia, de estas dos antiguas estrellas que estaban casi olvidadas y representan en los escenarios ingleses sus viejos gags, con los que vuelven a hacer reír a los espectadores, esta vez viéndolos en persona.
Es también la historia de su relación artística que con el paso de los años se convirtió en una sólida amistad, pero incluso tuvieron sus disputas y la forma en que afrontaron esos últimos años trabajando juntos, así como el papel que hicieron sus mujeres junto a ellos.
Es una cinta con la que disfrutarán sus fans pero también todos los buenos aficionados al cine en general, que si por su juventud no los conocieron en su momento, ahora al menos tienen oportunidad de saber quiénes fueron y cómo hizo mella en ellos el paso del tiempo.
Es una película notable por el hecho sentimental de volver a ver una historia sobre los mejores cómicos de nuestra infancia, junto a Buster Keaton, los Marx, Charles Chaplin, Harold Lloyd o para los espectadores más jóvenes por haberlos visto en la televisión cuando ofrecían sus cortos o largos, en los que abundaban los gags visuales sobre los diálogos que solían ser mínimos.
Se conocieron gracias a Hal Roach que fue quien los descubrió en 1927 y los juntó, pero se portó mal con ellos pagándoles poco y Stan Laurel amenazó con marcharse, pero Oliver no le siguió.
Entre sus títulos se pueden recordar el corto 'Haciendo de las suyas' (1932) por el que ganaron el Oscar, y largos como 'Compañeros de juergas' (1933), 'Dos pares de mellizos' (1936) o 'Laurel y Hardy en el Oeste' (1937).
Su humor era blanco, basado en el slapstick, a veces surrealista y pocas de ellas basado en los brillantes diálogos.
Stan Laurel era inglés, guionista de Charles Chaplin y se fue con él a EE.UU. en 1910, donde comenzó a actuar como actor y conoció a Oliver Hardy.
Cuenta la historia de esa gira poco tiempo antes de morir Oliver Hardy, lo que ocurrió un año después tras sufrir del corazón y prohibirle el médico volver a subir a un escenario y ocho años después falleció Stan Laurel.
Después vinieron otras parejas de cómicos como los Hermanos Marx, Bud Abbot y Lou Costello, Dean Martin y Jerry Lewis...
Es un film muy entrañable que descubre a esos dos personajes en una historia muy desconocida, que nos muestra a estos dos hombres que triunfaron pero en el que también se habla de traición porque Laurel se quiso independizar a pesar de su amistad y de ser pareja cómica, que era quien solía trabajar los gags que estaban muy preparados.
El escocés Jon S. Baird debutó en la dirección con 'Cass' (2008) al que siguió 'Filth, el sucio' (2013) y con 'El gordo y el flaco' (2018) hace su tercer largometraje en el que tuvo suerte de hallar a dos actores que los incorporaran físicamente como Steve Coogan y John C. Reilly que lo hacen maravillosamente y le rinden un gran homenaje con este emotivo relato de su hermosa amistad.
El modélico guion de Jeff Pope está inspirado en el libro Laurel & Hardy: The british tours, de A.J. Marriot.
Nominado al Globo de oro John C. Reilly. Nominado al Bafta a la mejor cinta del año, Steve Coogan y el Maquillaje. Premio de los críticos de San Diego y Boston para John C. Reilly.
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