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CRITICA
Por: PACO CASADO
Fred Flarsky, es un periodista con un espíritu libre, siempre dispuesto a meterse en líos, especializado en política y comprometido con el medio ambiente, que se convierte en asesor de la Secretaria de Estado, Charlotte Field, la que fuera su canguro, aunque sólo tenía tres años mayor que él, que era su vecina y que ahora está a punto de dar el salto a la Presidencia de la Casa Blanca, convertida en una mujer de éxito, poderosa, inteligente y sofisticada, una de las más influyentes del mundo, una diplomática con talento y poder de convicción.
La alegría del reencuentro y su inevitable química, no evita los peligros e incidentes de la aventura que ambos emprenden juntos, en contra de la opinión de sus asesores, que les colocará en situaciones inverosímiles e increíbles.
Es la historia del típico hombre vulgar que tiene una relación de amor con una mujer muy importante, aunque él sea físicamente un impresentable, con una forma de vestir que deja que desear.
En este caso Fred es el citado periodista que está muy comprometido políticamente y acaba de quedarse sin trabajo por no acceder a los caprichos de su jefe, que coincide, casualmente, con Charlotte, la Secretaria de Estado Norteamericana, de la que estaba de niño secretamente enamorado a pesar de su corta edad.
Ahora resulta que aquella chica es una guapa mujer que va a presentarse como candidata a la Presidencia de su país, pero las encuestas apuntan que es muy seria y a los electores no les acaba de caer bien, y lo contrata a él para que le escriba unos discursos ingeniosos, con chistes divertidos para cambiar la tendencia de la audiencia y hacerle así aparecer más simpática.
Es la improbable relación entre un tipo más bien normal y corriente y una mujer famosa que en este caso en lugar de ser una estrella de cine es una persona perteneciente al mundo de la alta política.
Lo que no acaba de cazar en esta entretenida comedia es que tenga que ser realmente un tipo tan friki, tan mal vestido, tan hortera, quien forme pareja con una mujer tan guapa y elegante, lo que hace que no sea muy creíble o como dice el título español casi imposible.
Tiene personajes caricaturescos, como el del presidente norteamericano, que es un antiguo actor que llegó a la Casa Blanca, como ya se dio algún caso real, (por ejemplo con Ronald Reagan), al que la política no le interesa para nada, lo único que quiere es que le sirva para obtener mejores papeles cuando vuelva a actuar en el cine, que no fue el caso del actor citado.
Hay una reflexión bastante triste que nos hace ver en lo que se ha convertido la política, en este irregular guion que se hace a veces reiterativo en su prolongado metraje.
Ella, muy eficiente y audaz, intenta sacar adelante leyes justas y progresistas, la defensa del medio ambiente, aunque lo más importante es su imagen de cara al público, su simpatía y el valor de su trabajo como mujer.
Tiene escenas que nos enseña la cara amarga de la política y también algunas de mal gusto, como ocurre en las últimas comedias norteamericanas, lo que estropea la elegancia de la misma y, por otra parte, no mejora el que con ellas se logre que sea más divertida, todo lo contrario, provoca el rechazo de algún sector del publico adulto.
Quitando esas escenas inconvenientes y en manos de un director más experto en el género el resultado hubiera sido muy distinto.
Charlize Theron está apoteósica y guapísima, contrastando con la rudeza y la mala presencia de Seth Rogen, que hace siempre de si mismo, lo que no dice mucho de su calidad de actor, en lo que creemos es una mala elección de casting, pero siendo él el productor....
Premio del público en los festivales de Sun Valley y en el SXSW.
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