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CRITICA
Por: PACO CASADO
Zhang Yimou, uno de los directores chinos más famosos, rompe la línea de su filmografía y se pasa de las películas intimistas como El camino a casa (1999) o Ni uno menos (1999), a los films de acción de artes marciales, a una epopeya que nos cuenta un capítulo de la historia de su país, que ya nos dio Chen Kaige en El emperador y el asesino (1999), aunque esta vez en un tono de leyenda más poético, tan fantástica y dramática como sensual y pictórica.
Allá por el año 221 antes de Cristo, China se encontraba dividida en siete reinos y cada uno luchaba por la supremacía. El más fuerte era el de Qin.
Tres asesinos querían acabar con él, Espada Rota, Nieve voladora y Cielo.
El emperador y había hecho una fuerte oferta para quien los eliminara.
Tiempo después el guerrero Sin Nombre se presenta con las armas de los tres a cobrar su recompensa.
El emperador quiere conocer los hechos y éste a su vez le da una versión distinta, aunque nunca llegaremos a conocer cual fue la verdadera.
Yimou utiliza la misma técnica de Rashomon (1950), de Akira Kurosawa, para darnos diversos ángulos de visión sobre la misma historia y para distinguirlas hace predominar un color en cada una de ellas con tonalidades sorprendentes por su belleza.
Aunque la trama sea algo complicada no es óbice para que tenga una gran fuerza visual.
Posee escenas de gran logro como la de la nube de flechas sobre la escuela de caligrafía, la lucha entre las arremolinadas hojas otoñales del bosque, el deslizamiento por la tranquila superficie del lago o las gotas de agua cortadas por el fino acero de las espadas.
Es una historia de artes marciales donde los sentimientos y los personajes son tan importantes como la acción de las hermosas coreografías de los combates.
Tanta belleza parece lastrada por cierta frialdad y el distanciamiento del espectador.
El buen gusto y la elegancia en la puesta en escena es manifestada, una vez más, por Yimou con una interpretación acorde a las calidades de este fresco histórico sobre el nacimiento del imperio chino, lleno de fantasía y colorido, en el que las luchas son auténticos ballets en un hermoso espectáculo visual.
Nominada al Oscar y al Globo de oro a mejor film extranjero. Premio del jurado a los efectos visuales y a la exploración artística en el Festival de Beijing. Premio Alfred Bauer en Berlín. Premio mejor fotografía de los críticos de Chicago, de Dallas y de Florida. Premio Golden Bauhinia a la fotografía. Golden Rooster a direccción, decorados, sonido y producción. Siete premios Hong Kong. Premio Huabiao a la producción y especial del jurado a Zhang Yimou. Hundred Flowers a mejor film. Premio del público y Golden Camera 300 a Christopher Doyle. Premio IOMA a la fotografía, decorados, vestuario y efectos visuales. Premio Sierra de los críticos de Las Vegas. Premio NSFC a la dirección. Premio de los críticos de Nueva York a la fotografía.
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