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CRITICA
Por: PACO CASADO
Están comenzando a llegar a nuestro país algunas producciones italianas, que en su momento lo hacían de forma masiva, aunque en este caso sea de vez en cuando, unas veces las versiones originales y otras adaptadas como ha tomado por costumbre el cine español y no le va mal en este sentido.
En este caso el director italiano Riccardo Milani nos ofrece su comedia 'Como pez fuera del agua' (2017) en la que retrata la división social en Italia y el nuevo clasismo occidental entre otras cuestiones, como la pobreza, la integración, la cultura, la exclusión social, el racismo, la intolerancia, la emigración, las diferencias de clases, la educación, las sociedades multiculturales, etc.
Cuenta la historia de Giovanni, que trabaja como consultor para el Parlamento europeo haciendo informes sobre las ciudades y cómo las relaciones entre los habitantes se van modificando a través de la inmigración, los barrios marginales, entre otras circunstancias que afectan a ello.
Él es de izquierdas y tiene muy claro que hay que ser tolerante, hasta que su hija Agnese, de 14 años, se enamora de Alessio, un chico de un barrio marginal, y cuando conoce a la familia del novio, empieza a dudar de sus ideas.
Es fácil serlo cuando no nos toca de lleno, pero es distinta la teoría a la práctica.
Cuenta los enfrentamiento de Mónica, la madre del novio, una mujer vulgar, de clase obrera, con Giovanni, un burgués, lleno de prejuicios, que terminará con un enriquecimiento mutuo, ya que cuando los extremos opuestos se cruzan pueden resultar positivos.
El guion extrema la actitud de los dos personajes con la sana idea de hacer reír y lo logra con situaciones muy cómicas.
Esta historia, que está llena de buenas intenciones, ha sido vista por más de dos millones de espectadores en Italia, a lo que sin duda ha contribuido la popularidad de la pareja protagonista, Antonio Albanese y sobre todo de Paola Cortellesi, que hace un personaje fresco, desinhibido, sincero en sus expresiones y sin prejuicios, que soporta sobre sus hombros todo el peso del film.
La historia nace de la propia experiencia del cineasta italiano Riccardo Milani, en la que nos habla de dos mundos opuestos que están condenados a entenderse.
Como un gato en medio de la autopista es la traducción del título original, que equivale al nombre español, de este taquillazo italiano que es una comedia divertida, cuyos protagonistas trabajan a la perfección unos personajes totalmente de extracción social opuesta, ella es una barriobajera de la periferia de Roma, y él es de una familia acomodada, un eurodiputado, que habla de esos barrios del extrarradio de oídas porque no conoce la realidad de lo que allí sucede, hasta que su hija se enamora del chico de Mónica, empieza a frecuentar su casa y a partir de ese momento su vida da un vuelco al conocer ese otro mundo con el que toma contacto debido a las circunstancias, que le sacan de su zona de confort y le hacen revisar sus ideas.
Esto es lo mismo que le pasó al director con una de sus tres hijas, pero contado de forma cómica ya que lo que importa en realidad es hacer reír y si hace falta aunque sea de uno mismo.
El film explota el choque cultural con unos gags bien construidos y con unas interpretaciones convincentes.
Paola Cortellesi es, además de protagonista y guionista, la esposa del director, en esta comedia popular, divertida, con algunos momentos que funcionan muy bien, desarrollada de manera inteligente con una crítica social y de denuncia de la fractura cada vez mayor en el seno de la sociedad italiana.
Premio Golden Ciak para Antonio Albanese y Paola Cortellesi. Nastro d'argento a la mejor comedia y para Antonio Albanese y Paola Cortellesi.
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