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CRITICA
Por: PACO CASADO
De Tony Gatlif tan sólo conocíamos de una de sus primeras películas, Corre Gitano (1981), que rodó por tierras andaluzas, muy mala por cierto, que además resultó poco comercial.
Así comenzó a tocar el mundo de los gitanos cuya serie parece que ha cerrado ahora con 'El extranjero loco' (1997).
El débil argumento nos cuenta la historia de Stephane, un joven francés que busca a una cantante, Nora Luca, a la que su padre admiró hasta poco antes de su muerte, y en su caminar por Rumania encuentra a un patriarca gitano, Izidor, que le acoge como al hijo que le falta, que está en la cárcel.
Allí conoce a Sabina, una chica rebelde y arisca, de la que se enamora.
Mientras que está en la comunidad aprende rumano y graba canciones en casetes.
Todo ello no es más que una excusa para echar una nueva mirada a esta raza, esta vez sobre las relaciones que mantienen los gitanos con los rumanos que, por lo que muestra el film, no son muy buenas por cierto.
Comienzan por llamar al recién llegado ladrón, sin conocerlo, y le repudian de entrada.
El hijo de Izidor está en prisión por un delito cometido y recién salido mata a uno de los que le encarcelaron.
Con esos datos las relaciones entre ambas comunidades, no pueden ser buenas.
Y sin embargo el director, en declaraciones recientes, se extraña del rechazo, pero tampoco toma partido, se limita a exponer su forma de vida, su atrevido vocabulario, la discriminación de que son objeto y su manera alegre de vivir.
La cinta tiene más de documental que un argumento dramático consistente, dejándose llevar a veces en exceso del folclore, ya que la música es esencial en esta raza, y puesto que Izidor, el patriarca, vive de ella y de las actuaciones que hace en bodas y otras actividades festivas.
El guion, que fue cambiado a última hora por el cejo que estaba dando el rodaje, denota debilidades y reiteraciones.
En el capítulo interpretativo tan sólo hay dos actores profesionales, Roman Duris y Rona Hartner, los demás se interpretan a sí mismos, ya que son personas del pueblo que, por cierto están más naturales que los propios profesionales.
Premio Michel Simon a Rona Hartner en los Écran para actores. Estrella de cristal para Rona Hartner en el F. de Bruselas. Premio César a la música. Premio del jurado ecuménico, Leopardo de plata y Premio especial a Rona Hartner en el F. de Locarno. Gran premio especial de las Américas en el F. de Montreal. Premio del público en el F. de París. Premio del público en el F. Tromso.
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