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CRITICA
Por: PACO CASADO
Este importante caso judicial de la historia de Francia ha sido motivo del interés de varios directores que lo hicieron suyo para ser llevado a la pantalla.
Ahí están las versiones de El caso Dreyfus (1899), de George Melies, Dreyfus (1930), de Richard Oswals, La vida de Émile Zola (1937), de William Dieterle, que aunque era la biografía del famoso escritor incidía en el caso Dreyfuss, Yo acuso (1958), dirigida e interpretada por José Ferrer, con un reparto de los mejores actores de la época, Anton Walbrook, Viveca Lindfords, Leo Genn, David Farrar, Emlyn Williams, Donald Wolfit, Herbert Lom, Harry Andrews y Eric Pohlmann, que ganó 3 Oscar, Dreyfus ou l'intolérable Vérité (1975) de Jean Chérasse, y ahora 'El oficial y el espía' (2019) de Roman Polanski, sin tener en cuenta las varias versiones para la televisión.
El 5 de enero de 1894 el capitán francés Alfred Dreyfus, un joven oficial francés de origen judío, es degradado acusado falsamente de espiar para el gobierno alemán entregando documentos secretos y condenado injustamente a cadena perpetua por traición y enviado a permanecer aislado en la Isla del Diablo, en la Guayana francesa.
Entre los hombres que formaban parte del jurado que hizo esta humillación estaba el coronel George Picquart, que después es nombrado para dirigir la oficina de la unidad de contraespionaje que organizó todo este infundio.
Pero cuando Picquart tiene conocimiento de que se continúan pasando documentos secretos a los alemanes, descubre un juego de engaños, mentiras y corrupción, poniendo en peligro su honor y su vida para defender a un hombre inocente condenado injustamente convertido en cabeza de turco.
A partir de ese momento Picquart trata de poner en claro las miserias del proceso judicial, la manipulación del material que ponía de relieve la inocencia de este hombre a base de la falsedad de los testimonios creados por la jurisdicción militar.
Él sigue a pesar de que le ordenan que abandone porque el ejército no comete ese tipo de errores ya que está por encima de la verdad y la justicia.
El tribunal desprecia su condición de judío del condenado debido al enfrentamiento entre la Francia católica y la Francia laica, en unos momentos en los que se había recrudecido el antisemitismo, ya que Dreyfus es judío de origen alsaciano que por su buen hacer había ascendido no sólo en la escala militar sino también en lo social.
Gracias a la intensa y exhaustiva labor llevada a cabo por Picquart, como una forma de autoexpiación, primero demuestra su inocencia, anulando su condena, saca a Dreyfuss de prisión y posteriormente logra que le devuelvan su graduación militar siendo admitido de nuevo en el ejército en 1906, aunque no le contaron el tiempo pasado en prisión a tener en cuenta en su escala de ascenso militar.
Todos estos hechos son de sobra conocidos, entre otras cosas porque fueron publicados primero en la prensa y posteriormente en el libro que escribió con el título de Yo acuso el famoso autor Émile Zola que, entre otras cosas le costó el ser condenado a un año de prisión y multa por las publicaciones en prensa que atentaba contra la institución militar por las falsedades cometidas en el proceso.
El guion, que adapta la novela An officer and a spy, de Robert Harris, recoge de forma abundante y precisa, con la exactitud de un reloj, todos los datos encajando perfectamente las cuestiones, llevando a cabo todas las líneas de la investigación así como los procesos celebrados que hace que el espectador esté permanentemente interesado en el desarrollo de la investigación y lo que de ella se desprende.
Es admirable la exacta recreación de la época tanto en la ambientación como en los escenarios y el vestuario.
Igualmente hay que destacar la estupenda labor del trabajo llevado a cabo por un contenido Jean Dujardin en el papel del Coronel Georges Picquart, así como las breves apariciones de Emmanuelle Seigner como Pauline Monnier, su amante, que es prácticamente la única figura femenina en un mundo de hombres que juegan con la vida de un pobre inocente.
Todo ello está coordinado con una acertada dirección clásica que lleva a cabo Roman Polanski con una naturalidad que hace que la emoción surja de esa sencilla y directa manera de ponerla en imágenes.
León de plata Gran premio del jurado, Premio Fipresci, Premio Green Drop y Premio Sorriso Diverso Venezia, en la Mostra de cine de Venecia.
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PRESENTACIÓN POR JEAN DUJARDIN