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CRITICA
Por: PACO CASADO
En un tramo desolado del desierto del Sahara, la pareja compuesta por Ben y Dafne sufre un misterioso accidente automovilístico en el que él muerte y deja a ella sola, desorientada y con pérdida total de la memoria.
En su deambular Jake, un soltero arquitecto solitario, que recoge muestras de arena, la encuentra inconsciente.
La lleva al médico más cercano que descubre que sufre amnesia postraumática.
El médico interpreta que él es su marido y prendado por la belleza de la mujer de 35 años, Jake, casi veinte años mayor que ella, le sigue la corriente y admite que es su esposo.
Una vez repuesta del golpe, tras unos días en un hotel, se la lleva a su remota y espléndida casa en el desierto, diseñada y construida por él, y la llama Kitty, a pesar de que le encuentra un reloj dedicado por su marido a su nombre, Dafne, como la única documentación que lleva encima.
Ante su falta de memoria le cuenta que llevan seis años casados y viviendo allí, que es hija única y que sus padres murieron en un accidente y gracias a ella pueden compartir la vida que siempre había soñado.
Un thriller psicológico, bastante convencional, realizado con un escaso presupuesto y con ellos dos casi únicos protagonistas, basado en esa simple anécdota, en la que poco más ocurre, que el deambular de ella por la casa y los alrededores tratando de recuperar los nombres de las cosas que ve a su paso.
Filmado a un ritmo parsimonioso en el que se recrea la espléndida fotografía, que parece más propia de una revista de moda o de viajes, que nos ofrece algunas imágenes dignas de cualquier tarjeta postal de los fascinantes paisajes marroquíes de una gran belleza, que quedan directamente grabados en la retina como si fueran los de un bello cuadro.
La acción está adornada con una extraña música que remarca algunas situaciones y un par de canciones que a manera de paréntesis inician y cierran la historia, una de las cuales le da título a la película.
Si por algo tiene interés, a pesar de su lento desarrollo y excesivo metraje para lo que cuenta, es por saber si en algún momento ella vuelve a recuperar la memoria de su pasado y ver qué ocurre con él, siempre temeroso de que eso ocurra y vuelva a su desesperada soledad, lo que cada vez más atrapa la curiosidad del espectador.
El protagonista está interpretado por el actor serbio Svetozar Cvetkovic que conoce bien su papel ya que había encarnado anteriormente en dos ocasiones el personaje de un arquitecto y ella es la actriz y modelo belga Delfine Bafort que ya había actuado en una media docena de cortos y algunos largometrajes, que ha recibido varios premios por su trabajo en este film.
Primera cinta en solitario como director del productor belga Dimitri de Clercq, tras debutar en la realización de un largo con Un bruit qui rend fou (1995) en colaboración con el prestigioso cineasta de la Nouvelle vague, Alain Robbe-Grillet, que lleva a cabo con buen gusto a la hora de elegir los planos y encuadres que más convienen a esta historia.
Premio mejor narrativa en el Festival de Aesthetica, Bogotá, De cine de autor. Mejor película y premio especial del jurado a la fotografía en el F. de Arizona. Premio a la dirección en el Festival de Cine y Arquitectura. Mejor fotografía en el FilmQuest y en el F. Golden Door de Jersey City en Salento. Mejor producción y fotografía en el F. Flagler. Mejor film, dirección, fotografía y maquillaje en el F. Glendale. Premio del público en Grenzland-Filmtage. Premio del jurado en el Ibizacinefest. Mejor cinta en el F. Myrthe Beach. Mejor director fotografía y actriz Delfine Bafort en el F. New Renaissance. Mejor director en el F. de Orlando. Mejor fotografía y edición en el F. Southampton. Mejor película y actriz Delfine Bafort en el F. Twister Alley. Mejor film en el F. Valley. Mejor cinta, director y actriz Delfine Bafort en el F. West Coast. Mejor Película, director, y actor Svetozar Cvetkovic en el WorldFest Houston.
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