, . |
|
CRITICA
Por: PACO CASADO
Ambientada en un mundo de fantasía suburbana, Pixar cuenta la historia de los dos hermanos Lightfoot, unos elfos adolescentes, Ian el menor y Barley, el mayor, que viven en un barrio en las afueras de la ciudad, que se embarcan en una extraordinaria aventura para descubrir si queda algo de magia en el mundo, que les permita pasar un último día con su padre, un hombre inteligente y decidido, que falleció cuando Ian aún no había nacido y Barley, que ahora tiene 19 años, era aún muy pequeño como para poder recordarlo.
Son dos hermanos muy diferentes, Ian es delgado y algo tímido mientras que Barley es gordo, rebelde, alocado y caótico en todo lo que hace.
La historia comienza el día en que Ian celebra su 16 cumpleaños y su madre, Laurel, le entrega un bastón de mago que le dejó su padre antes de fallecer.
Una vez más la muerte está presente en Pixar como ya ocurría en Coco (2017).
Ese artefacto mágico tiene el poder de devolver a la vida a su padre durante 24 horas, lo que tratan ambos hermanos de aprovechar, ya que apenas lo conocieron, sobre todo Ian, el más pequeño que no había nacido y Barley que casi no se acuerda de nada.
Inexpertos en la cuestión de hacer magia, lo intentan, pero el experimento se les queda a medio camino y tan sólo aparece la parte baja de su padre, de cintura a los pies, y para completarlo han de buscar una gema que se encuentra en la posada de la Mantícora, donde comenzarán una serie de aventuras fantásticas sin fin, en un mundo poblado de elfos, duendes, centauros, gnomos entre otras criaturas mitológicas de los cuentos tradicionales.
Una película de animación élfica de Pixar, productora que cumple ya 25 años, que demuestra que es capaz de imaginar historias originales, tras entregar su cuarta entrega juguetera, en este largometraje que hace el número 22 de los estudios.
Es una producción que se aleja de alguna manera de las realizadas hasta ahora con un mundo de fantasía que tal vez no acaba de comprender o de gustar sobre todo a los más pequeños con algunos personajes que no son un modelo de belleza precisamente y un argumento que posiblemente les resulte algo complejo para ellos, y no redonda para los más mayores, con elementos poco memorables como los de sus grandes obras maestras.
Eso tal vez haya hecho que no arranque en la taquilla como se esperaba, a pesar de que tiene algunas secuencias muy imaginativas como ya ocurría en otras producciones de la célebre factoría, en esta road movie contrarreloj, en la que el tiempo se les agota a los dos hermanos protagonistas para lograr su objetivo.
El director Dan Scalon, responsable de Monstruos University (2013), su segundo largometraje, convierte los escasos recuerdos que les quedaban a su hermano y a él de su padre, ya fallecido, en un mundo de magia y fantasía en el último film, por el momento, de la factoría Pixar, que técnicamente resulta ciertamente impecable, como es habitual, con imágenes muy cuidadas y con algunas persecuciones con bastante ritmo, pero
esta fábula sobre vencer los miedos y creen en uno mismo, no llega a la altura de otras obras precedentes de Pixar.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS