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CRITICA
Por: PACO CASADO
Denzel Washington pasa a engrosar la legión de actores que se sintieron tentados de pasar a detrás de las cámaras y llegar a dirigir sus propias películas.
El actor ganador de dos Oscar, por Tiempos de gloria (1989) y Training Day (Día de entrenamiento) (2001), eligió una historia real, la de Antwone Fisher, un chico conflictivo que durante su servicio como soldado en la Marina norteamericana es enviado a un psiquiatra para corregir su mal comportamiento con un compañero y su agrio carácter, que ha desencadenado más de una pelea.
Durante el tratamiento se inicia un extraordinario viaje interior en el que se revela un pasado doloroso, pero se abre una esperanza.
Con la guía de su médico Fisher encontrará así su camino de salvación, gracias a la comprensión y la amistad que establece con él y la ayuda de una chica, se enfrenta a un doloroso pasado y comienza la búsqueda para encontrar a la familia que nunca conoció.
El psiquiatra poco a poco va profundizando en su conflictiva vida que le ha traumatizado: nacido en prisión, abandonado por su madre, la muerte violenta de su padre a manos de una de sus amantes, su educación en instituciones donde sufrió malos tratos o en familias de acogidas que le infligieron abusos sexuales, eran motivos para rebelarse contra toda muestra de afecto y cariño receloso de que se vuelvan a producir esas conductas.
El film es una especie de milagro, ya que el guion ha sido escrito por el propio Antwone Fisher, quién mejor que él va a contar su vida, aunque sin ninguna experiencia como escritor y guionista, que se inspiró en su propia biografía y dirigida por alguien que por primera vez se pone tras una cámara como director poco después de haber ganado su segundo Oscar como actor.
Al leer la autobiografía de este chico, quedó realmente fascinado hasta el punto de que le hizo llorar, reír, gozar y sufrir, por lo que decidió que era lo suficientemente buena para llevarla al cine.
Los resultados han sido más que aceptables, realizada a buen ritmo y sabiendo resumir muy bien toda una vida.
El papel principal ha recaído en el joven actor Derek Luke que hace su debut en el cine y cuyo trabajo, al igual que el de Washington, se ha visto recompensado en varios certámenes cinematográficos de carácter independiente.
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