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CRITICA
Por: PACO CASADO
En estos años de la década de los cincuenta eran frecuentes las producciones de aventuras de la Universal por lo que no nos sorprende la llegada de una de ellas como 'Tanganica' (1954).
Lo que sí es más extraño que llegue con cierta puntualidad, cosa que no es tan habitual en estos momentos, ya que un año de retraso es casi inapreciable.
Esta película fue filmada en su totalidad en el África Oriental, en los espléndidos escenarios naturales que nos ofrece su selva, sus ríos y su fauna salvaje, que están captados por las cámaras en unos magníficos fotogramas realzados por el bello colorido que nos brinda el technicolor.
Nos cuenta este film una historia que se desarrolla en Kenia, en el año 1903, en la que John Gale, un hombre duro, un explorador, que es negociante de maderas, recorre el territorio africano conduciendo un safari con la idea de buscar y capturar a Abel McCracken, un peligroso asesino blanco, que se ha fugado, que tiene soliviantada a una población indígena, que ha estado utilizando a los propios nativos de la tribu Nukumbi instigándolos para establecer el reinado del terror contra un asentamiento blanco de colonos británicos que habitan en Tanganica, entre ellos el propio Gale, lo que pone en peligro sus propiedades.
Por el camino Gale recoge a cuatro supervivientes víctimas de las incursiones de los Nukumbi: el cazador Dan Harder que está herido, la maestra de escuela canadiense Peggy Marion y dos niños que son sus sobrinos.
A pesar del infantilismo que poseen algunas escenas, no obstante se sigue con bastante interés.
Se trata de una cinta de aventuras africanas dirigida por un competente artesano de la realización como es el húngaro André de Toth, afincado en el cine norteamericano.
Tiene bastantes momentos de un gran acierto en cuanto a la fotografía al captar a las fieras en su propio ambiente, en plena libertad, con lo que eso conlleva de peligro para los habitantes de la zona, así como para los cazadores de las mismas.
Hay que apuntar también el buen trabajo que realizan los actores Van Heflin y Ruth Roman, una pareja que es bastante frecuente verlos en el cine de aventuras en esta ocasión a la cabeza del reparto.
Se trata de un film tan agradable de ver como fácil de olvidar una vez que se ha salido de la sala.
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