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CRITICA
Por: PACO CASADO
Quizás sea este tema uno de los pocos no tocados, o mejor dicho, poco explotado en este subgénero del western italiano, y que sin embargo llenó todo una capítulo del Oeste norteamericano, contándonos la epopeya de los buscadores de oro con sus mil y una aventuras.
Pero el western europeo ha tirado por tierra uno y mil temas de este tipo que estaban muy prestigiados en el género realizados en Norteamérica al quitarle todo el sabor, con historias mal narradas y adulterados sus personajes y situaciones creando un estilo muy sui géneris, pero falso en muchas de las ocasiones, y que no han salvado más que en algún que otro caso a base de una realización más cuidada que de costumbre.
En 'Los profesionales del oro' (1968), se cuenta la aventura de cuatro hombres, muy distintos entre sí, que se embarcan en una peligrosa misión, en la que deben atravesar el desierto juntos, para desenterrar una gran fortuna en oro que se encuentra en una mina de la que únicamente uno de ellos conoce el lugar.
Giorgio Capitani se ha desembarazado en esta ocasión de toda esa aureola de falsedad que suele ser habitual en este cine italiano, al contarnos una historia de forma lineal y en cierto modo sencilla en la que tan sólo se da entrada a la violencia característica de esta clase de películas en algunos momentos determinados de la acción, caso por ejemplo en la prolongada secuencia del duelo que sostienen los cuatro aventureros con aquellos que tratan de interponerse en su camino para arrebatarles el oro.
Esto hace que el público que gusta de este tipo de violencia encuentre también lo que desea ver en estos films.
Giorgio Capitani, director parisino, que no posee nada realmente destacado en su filmografía que recordemos, que hace su primera incursión en el cine del Oeste europeo, ha cuidado en esta ocasión la realización más que es costumbre en él, empleando buenos encuadres en algunos instantes de la cinta que le dan una cierta belleza y lo ha llevado a un ritmo lento como se suele hacer en los westerns americanos.
Una película algo superior a la media habitual debido a un guion que construye bien a los personajes y desarrolla correctamente sus relaciones, que de alguna forma está inspirado en las novelas de aventuras del tipo de El tesoro de Sierra Madre (1948) con la que tiene una cierta semejanza.
La música de Carlo Rustichelli posee unos temas de una gran belleza, pero abusa excesivamente de determinados acordes.
Bien el trabajo de los actores con un trío de veteranos al frente del reparto como Van Heflin, Gilbert Roland y Klaus Kinski .
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