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CRITICA
Por: PACO CASADO
En el género bélico, las producciones realizadas sobre la Segunda Guerra Mundial, podíamos distinguir dos clases: las que nos muestran los hechos bélicos y las estrategias en el campo de batalla, con sus disparos y bombardeos sobre las trincheras, etc, y un segundo apartado en el que los alemanes conquistan pueblos sobre los que ejercen su domino e imponen el terror contra sus habitantes y especialmente contra el pueblo judío.
En este segundo apartado se puede enclavar 'Resistencia' (2019), una coproducción llevada a cabo precisamente por cuatro de las naciones que intervinieron en esa maldita guerra.
Esta vez se escoge como hilo conductor la auténtica y sorprendente historia de Marcel Mangel más conocido como Marcel Marceau, apellido que adoptó para ocultar su ascendencia judía, uno de los mimos y actor francés más conocido y admirado de aquellos momentos, quien se convirtió en un héroe secreto que salvó del Holocausto las vidas de muchos niños huérfanos judíos durante la Segunda Guerra Mundial, por cuya intervención en este sentido fue finalmente condecorado con la Legión de honor francesa.
Hijo de un carnicero judío, su padre quería que siguiera con el negocio pero a él le atraía más el arte de la pintura y la interpretación, imitando a Charles Chaplin en el cabaret local.
En compañía de Alain, su hermano mayor, se unieron a la Resistencia francesa en Limoges y desde allí partieron con un primer grupo de niños para, a través los Alpes franceses, llegar a la frontera suiza.
Según se cuenta fueron más de trescientos cincuenta los niños que logró salvar de caer en poder de los nazis.
El film comienza en noviembre de 1945 con una arenga que el general George S. Patton echa a sus soldados antes de presentarles y contarles la historia de Marcel Marceau, tras lo cual éste les ofrece su espectáculo de mimo a los presentes.
Este largo flash back nos sirve para entrar en el meollo de esta aventura en compañía de Alan y de las hermanas Emma y Milla, de las que ambos están enamorados, como así mismo de la misión de salvar a los pequeños que, al igual que los adultos, eran víctimas inocentes a mano de los nazis, siempre perseguidos por el oficial de las SS Klaus Barbie, apodado el carnicero de Lyon.
Tras acabar la guerra continuó con su trabajo de mimo silente convirtiéndose en el más famoso a nivel mundial y tuvo también alguna incursión en el mundo del cine.
Aunque la cinta se centre en el personaje de Marceau no pretende hacer su biografía sino simplemente esa arriesgada parte de su vida.
En la película cada escena en la que aparecen los nazis son motivo de suspense para el espectador que no sabe en qué va a terminar, y en varias de ellas que pone bastante emoción a lo largo de la trama.
Esos momentos de tensión son alternados con otros que son todo lo contrario, con la intervención de la inocencia de los niños que ríen con las actuaciones que hace para ello Marceau.
Jesse Eisenberg, aunque con más años que el personaje real, encarna a éste con elegancia, con el papel bien aprendido en sus actuaciones como mimo, en cuya aventura no falta el romance con Emma.
Jonathan Jakubowicz es un director venezolano que se pone ahora al frente de su segundo largometraje de ficción con este episodio bélico que dirige con acierto.
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