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CRITICA
Por: PACO CASADO
Burt Reynolds, actor que se inició en el cine gracias a su parecido físico con Marlon Brando, ha tenido la tentación, como ya le ocurrió a otros muchos actores, de pasar a detrás de la cámara para dirigir una película.
Este deseo, al que no ha podido resistirse le vino hace un par de años, momento en el que llevó a cabo 'Gator, el confidente' (1976) que es su primer largometraje como realizador.
Unos agentes de policía obligan a un ex estafador a que les ayude a dar caza a un político corrupto.
La película se puede considerar como una secuela o continuación de Los traficantes (White Lightning) (1973), que no es más que un film de aventuras, con aires de comedia en algunos momentos y sobre todo con un cierto divismo por parte de Burt Reynolds, que parece que se ha hecho la cinta para su propio lucimiento.
Para mayor gloria del actor-director intercala algunas escenas muy espectaculares, como la persecución en lancha por un pantano o la que sucede en coche por la ciudad o las desiguales pelas entre el protagonista y sus enemigos.
Para poner más aliciente de otro tipo también está el amor, en este caso a cargo de la encantadora Lauren Hutton, y el amor que casi corresponde al actor Jack Weston.
Anotemos como curiosidad que como ayudante de dirección lleva en sus filas Burt Reynolds en esta ocasión a Nel Neeham, que poco después debutaría también en la dirección con Los caraduras, que tanto éxito ha obtenido en esta misma temporada.
Si a esto añadimos que posee un excelente equipo técnico, creemos que Reynolds no habrá tenido muchas dificultades para hacer adelante ésta su ópera prima como director, que ha codirigido con James Best, aunque éste no figura en los créditos, aunque no haya podido controlar bien el ritmo y evitar así un bache en la parte central de este film al que bien le sobran bastantes metros para lo que en realidad temía que contar.
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