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CRITICA
Por: PACO CASADO
Desde siempre han existido en el cine lo que llaman los "dobles", que son aquellas personas especializadas en sustituir a los protagonistas en las escenas de peligro, también conocidos como "especialistas".
Sus nombres siempre quedan el anonimato, mientras que la estrella correspondiente es quien se lleva los aplausos en esas interpretaciones de escenas arriesgadas.
Ya era hora, pues, que el cine le dedicara algún sentido homenaje a estos hombres y mujeres que, por unos dólares de su sueldo, se juegan la vida en ocasiones cuando tienen que hacer acciones peligrosas.
Y para ello nadie mejor que un hombre, Hal Needham, que llegó a la dirección proveniente de ese campo, ya que por lógica, conoce la profesión a la perfección.
En su primera película como director fue Los caraduras (1977), ya demostró tener buenos conocimientos del oficio, puesto que en ella se prodigaban la carreras, los choques de coches y los efectos especiales.
Llegó a la dirección tras hacer de especialista en más de un centenar de films y series de televisión y de actuar como actor en más de sesenta títulos.
Su primera cinta fue todo un éxito desde el punto de vista comercial.
Ahora con 'Hooper, el increíble' (1978) hace su segunda incursión en el terreno de la realización.
Como no podía ser de otra manera, en esta ocasión nos cuenta el rodaje de una película, a través de la historia de un veterano especialista de Hollywood, Sonny Hooper, que fue uno de los mejores en este aspecto, que quiere demostrar que aún tiene lo que se necesita para ser un gran profesional en esta clase de trabajo tan arriesgado como poco reconocido.
Su experiencia le da el conocimiento necesario para saber cuándo un truco es demasiado peligroso y decidir cómo hacerlo o no.
Esta es una buena ocasión para mostrarnos el cine por dentro y el trabajo de estos profesionales del riesgo, con algunas pinceladas de la vida privada, sentimental y amorosa también.
Preferentemente se nos muestra la preparación de los trucos, de los saltos, de la escenificación y coreografía de las peleas, de las persecuciones en coches que chocan o vuelcan, los incendios y muchas peripecias más.
El film nos enseña abiertamente lo que en definitiva hace que sea más comercial de cara al espectador que a veces queda asombrado ante lo que ve por el riesgo que conlleva la escena en cuestión.
Desde ese punto de vista la cinta está bastante bien lograda, dosificando debidamente el interés a base de esas escenas.
No obstante la película está falta de ritmo y acusa algunos baches de interés.
La música de Bill Justis es muy adecuada, logrando remarcar irónicamente algunas imágenes, ya sea con un pasodoble o con un tema de los films del agente secreto James Bond, del que se hace una parodia de uno de ellos.
El director Hal Needham repite el equipo de su ópera prima y la pareja de Burt Reynolds y Sally Field como protagonistas, esta última reciente ganadora del premio a la mejor actriz en el Festival de cine de Cannes por su interpretación en Norma Rae (1979), dirigida por Martin Ritt.
'Hooper, el increíble' (1978) fue nominada al Oscar al mejor sonido.
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