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CRITICA
Por: PACO CASADO
Tras pasar por las sesiones nocturnas del Festival de cine de Sitges, después de haber estado anteriormente en otros certámenes del genero de terror, llega a las pantallas españolas 'Psyco Goreman' (2020) de Steven Kostanski.
Los dos hijos de la pareja formada por el matrimonio compuesto por Greg y Susan, se divierten jugando a la Bola loca y después lo hacen buscando tesoros en el jardín.
Excavando encuentran una gema que controla a un malvado monstruo, un señor de la guerra, que fue enterrado en la Tierra, que buscaba destruir el universo.
Tras ser desenterrada, Mimi y su hermano Luke, resucitan sin saberlo a este antiguo ser alienígena y al darse cuenta del poder que tiene la gema, de controlar a este ser extratosférico, la usan para hacer que cumpla sus órdenes con la fuerza de un amuleto mágico, obligando al monstruo a cumplir sus caprichos infantiles, y así lo controlan para que no cauce ningún mal.
Entre tanto en el planeta Gigox, que es de donde provenía, Pandora discute con sus guerreros templarios lo que han de hacer, ya que una vez lo vencieron y ahora se verán obligados a volver a luchar contra él.
Pero lo peor de este asunto es que al mismo tiempo que Psyco Goreman, que así le ha puesto de nombre Mimi, aunque él dice que sus enemigos le llamaban el archiduque de las pesadillas, también atrae a un grupo de asesinos intergalácticos que llegan a este pequeño pueblo para enfrentarse a él.
Lo primero que tenemos que decir de esta película es que nunca habíamos visto una mezcla más extraña de cine en la que se dan cita la ciencia ficción, el terror, el cine infantil, la risa y la mayor ración de casquería que habíamos visto en mucho tiempo.
El argumento tiene algo de la Edad Media con el tema de los Templarios, pero estos a su vez están en lucha con unos seres extraterrestres, que quieren destruir el universo, mientras esos niños juegan con fuertes poderes a su disposición para divertirse con un monstruo venido del espacio.
Todo ello expuesto en un argumento de manera muy convencional en el que los chicos ocultan la aparición de PG, como así le llama de forma abreviada Mimi, sin que lo sepan los padres, ni la policía hasta estar muy avanzada la trama y con un resultado fatal por parte de ésta.
En medio de todo ello Mimi es una niña dominante en su conducta para con su hermano, al igual que ocurre con Susan con respecto a Greg su marido al que tacha de holgazán.
Finalmente ambos géneros hacen las paces tras solucionarse el problema de manera satisfactoria para todos.
No es de extrañar que el pase de este film por los diversos festivales a los que ha acudido haya cosechado varios premios del público, ya que los espectadores que gustan de esta clase de cine lo deben pasar muy bien divertiéndose con las extravagancias que los protagonistas viven en la pantalla, sin que se puedan tomar muy en serio, ya que la historia deja bastante que desear.
Más que hablar de interpretaciones habría que apuntar la intervención de los efectos especiales y el maquillaje en la construcción de los monstruos.
No es frecuente el caso de Steven Kostanski, que un especialista en maquillajes y efectos especiales se pase a dirigir, pero ya lleva cinco largometrajes realizados con este que comentamos en el que como decíamos era lógico que lo que destacara sobremanera fueran los efectos especiales y sobre todo el maquillaje que es su especialidad.
Premio del público en el Festival de Sheffield. Premio del público al mejor film y mejor director en el Fest Monster. Premio a la mejor narrativa en el Festival de Filadelfia.
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