Título: |
EL CONSUL DE SODOMA |
Título original: |
EL CONSUL DE SODOMA |
Nacionalidad: |
ESPAÑA de 2009 |
Dirección: | SIGFRID MOLEÓN |
Guión: | JOAQUIN GÓRRITZ y SIGFRID MOLEÓN, Basados en la biografía de JAIME GIL DE BIEZMA, escrita por MIGUEL DALMAU |
Fotografía: |
JOSÉ DAVID MONTERO |
Música: |
JOAN VALENT |
Interpretes: |
JORDI MOLLÁ, BIMBA BOSÉ, ALEX BRENDEMÜHL, JOSEP LINUESA, VICKY PEÑA, ALFONSO BEGARA, JULI MIRA, MARC MARTINEZ, BIEL DURÁN, CARMEN CONESA y MANOLO SOLO. |
Censura: |
NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 13 AÑOS |
Duración: |
110 MINUTOS |
Por PACO CASADO
Hacer biografías en cine siempre es complicado y casi nunca quedan a gusto de todos, ya que es difícil meter una vida en la duración normal de una película.
En este caso el director de La isla del holandés y La bicicleta, Sigfrid Monleón, se arriesga a ello, basándose en el libro Jaime Gil de Biedma, de Miguel Dalmau, aunque él confiesa que no ha intentado hacer una biografía, sino un film de ficción, en el que ni siquiera trata de imitar las rasgos físicos del poeta de la generación del 50, burgués y heredero de millonario, aunque proclamaba ser de izquierdas, autor de libros como Compañeros de viaje, A favor de Venus o Moralidades.
A pesar de esta negativa, que creemos poco fundada, la historia comienza en Manila, donde fue enviado por su padre, propietario de la empresa Tabacos de Filipinas, para dirigir la producción en aquel país, coincidiendo en muchos datos con la vida de Jaime Gil de Biedma como para negarlo, otra cosa es que no sea demasiado rigurosa. Aún así aporta muchos aspectos políticos, laborales e incluso sexuales de la vida de este erudito homosexual, perteneciente a la alta burguesía catalana de la gauche divine, que a su vuelta se relacionaba en Bocaccio con intelectuales y literatos de la época, como Juan Marsé o Carlos Barral, lo que le originó algún que otro problema político con el régimen de Franco como igualmente su homosexualidad que le impidió ascender en la empresa y tensó las relaciones con su padre, hasta que murió debido al sida en 1990.
A pesar de ser un hombre rico y educado no tenía inconveniente en descender a los más bajos estratos sociales para satisfacer sus apetencias sexuales, aspecto este último del que abusa el guión con numerosas escena de orgías y exhibicionismo gratuito de diversas relaciones de todo tipo que en algún momento roza la pornografía.
Tal vez lo mejor de esta cinta, tan plana como poco interesante, sean los diálogos extraídos de algunas entrevistas puestos en boca de Jordi Mollà, quien se esfuerza por sacar el personaje adelante, como igualmente destaca el trabajo de Bimba Bosé, en el papel de Bel, la única mujer a la que amó, que supone su debut en la gran pantalla.