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CRITICA
Por: PACO CASADO
En un mundo donde los villanos y delincuentes son algo habitual, dos de las mejores amigas desde la infancia, Emily Stanton, todo una empollona en el colegio, y Lydia Berman, una frikis total, tras estar durante algún tiempo distanciadas, se reúnen para tratar de diseñar un plan que les permita poder proteger su ciudad de Chicago de los malhechores.
Tras terminar sus estudios, Lidia trabaja en los muelles con una grúa, mientras que Emily tiene una gran empresa de investigación, con la que trata de seguir el trabajo que iniciaron sus padres, de crear superpoderes, que era genetista y fueron asesinados.
Una noche en la que se celebra una reunión de ex alumnas del colegio, Lydia va a su empresa en su busca para que asista ya que no le gusta acudir a las fiestas sola.
Pero Lydia toca alguna cosa que le inyecta una dosis para obtener superpoderes y ya no tiene más remedio que continuar el tratamiento, mientras que Emily toma unas pastillas.
Ambas, con el apelativo de Bingo y Martillo, forman la Patrulla Trueno que da título a esta comedia.
Entre tanto se está celebrando la campaña de elección de alcalde a la que se presenta el actual que se hace llamar El Rey contra su oponente Rachel González.
El primero, un político corrupto, está aliado con dos delincuentes, Laser y El cangrejo, que son los que cometen los delitos en la ciudad, lo que le sirve al alcalde para supuestamente luchar contra la violencia, haciendo proselitismo para continuar en el sillón de la alcaldía.
Una vez que Emily y Lidia terminan sus respectivos tratamientos, la primera consigue hacerse invisible y la segunda tener una fuerza brutal capaz de lanzar por los aires un autobús urbano.
Los mejores momentos de comicidad se consiguen durante el entrenamiento de Lydia, aunque a decir verdad no es de la mejor calidad ya que apenas si provocan una leve sonrisa.
La parte de acción se centra en el enfrentamiento final de ambas contra los villanos, donde los efectos especiales hacen la mayor parte del trabajo, aunque también tengan acto de presencia en la primera mitad.
En cuanto a la interpretación el dúo que forman Octavia Spencer y Melissa McCarty se lleva la mayor parte en lo que se refiere a provocar la comicidad de esta comedia que no pretende otra cosa que divertir y entretener al espectador, con un flojo guion, muy elemental y desangelado, que no ofrece nada nuevo en torno a los superhéroes, superheroínas tendríamos que decir en esta ocasión, que ha escrito el propio Ben Falcone que también se encarga de la dirección de esta producción.
Ben Falcone es un actor, pareja de la cómica Melisa McCarthy a la que ha dirigido en cinco ocasiones, con más de cincuenta títulos en su filmografía, que se ha pasado a detrás la cámara donde ha dirigido cinco films con este que comentamos de lo que tampoco se puede sentir muy orgulloso, ya que lo único que pretende es entretener con esta comedia, lo que consigue a duras penas.
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