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CRITICA
Por: PACO CASADO
El inglés David y la norteamericana Alice es una pareja que se acaban de conocer recientemente debido a un incidente con los coche.
Ambos están separados y cada uno aporta dos hijos de sus anteriores matrimonios.
David lo hace con Ros de doce años y Maudie de nueve, mientras que Alice aporta a Samantha de trece, a la que llaman Smash, y Maudie de cinco.
Los padres deciden ir juntos de vacaciones a la costa de Cornualles con la consiguiente desaprobación de los niños que en principio comienzan llevándose mal, peleando por la habitación de la casa y mil cosas más, pero a lo largo de la trama, con el roce, irán limando diferencias y creando una buena amistad entre todos ellos.
Sobre todo las dos chicas mayores son de caracteres muy diferentes, Smash es una rebelde que no está conforme con nada, protesta por cualquier cosa, y prefiere estar con los chicos de su edad, mientras que Ros es más ingenua e inocente al mismo tiempo que dócil y aficionada a la lectura.
Un día se caen en un conducto que les conduce a una playa en donde comienzan a suceder cosas extrañas debidas a Psammead, un duendecillo que aparece de debajo de la arena que les puede conceder un deseo al día.
El dueño de la casa y de los terrenos el Sr. Tristan Trent tiene cerca una gran mansión a la que un día invita a todos los componentes de la familia y les enseña su hogar.
Los niños cada uno va expresando su deseo: Smash ser una gran cantante, Maudie pide que los niños vuelen, Ross conocer a los niños del libro que está leyendo y así cada uno se va viendo complacido, pero éstos caducan al anochecer.
El guion se basa en la novela Four children and it de la autora británica Jacqueline Wilson, una de las más queridas del Reino Unido, escrita en 2012, que transmite una bonita lección y un mensaje para niños y adultos, que a su vez es una actualización de la de igual título de Edith Nesbi de 1902, que también le da nombre a la película, que para ser un film infantil se alarga un poco, no obstante no se hace notar en ningún momento, por la variedad de aventuras y situaciones que se generan a los largo de la trama.
Toca de pasada el tema de los padres divorciados y las consecuencias para los hijos que esa situación les ocasiona en la que por lo general desean que salven sus diferencia y se vuelvan a unir.
La pareja Matthew Goode y Paula Patton están centrados en sus papeles y de los niños nos quedamos con el buen hacer de Teddie-Rose Mallesson-Allen como Ros mientras que Ashley Aufderheide en el papel de Smash la encontramos un poco pasada de rosca.
Bien los efectos especiales que ayudan a crear la fantasía en el cumplimiento de los deseos.
La dirección corre a cargo del veterano director televisivo Andy de Emmony que es el responsable de poner en imágenes esta fantasía infantil británica que sin duda gustará a los pequeños espectadores y no tanto a los adultos.
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