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CRITICA
Por: PACO CASADO
Dom Toreto vive tranquilamente en su granja con Letty y su hijo pequeño, Brian, pero sabe que en cualquier momento surgirá de nuevo el peligro y esta vez tendrá que enfrentarse a su pasado en compañía de su equipo que va a visitarlo para convencerlo de luchar contra Cipher, una delincuente que ha solicitado la ayuda de Jakob, el hermano menor de Dominic, que tiene un plan para dominar el mundo, mediante un artefacto geodésico llamado Proyecto Aries dividido en dos mitades que habrá de recuperar y unir para controlar todas las computadoras y armas del mundo.
La acción comienza con un preámbulo en 1989 durante el desarrollo de una carrera de bólidos en un circuito donde participa Jack, el padre de los Toretos, y en la que precisamente éste encontrará la muerte debido a un fallo en el motor de su coche que termina en llamas en presencia de sus dos hijos.
Aunque pueda parecer que este episodio no tiene nada que ver con el resto de la acción, a lo largo del desarrollo de la trama se sabrá cual fue la causa y el culpable de la misma, lo que originará el odio y el enfrentamiento entre los dos hermanos.
Esto hará que tanto Dom como su equipo tenga que recorrer medio planeta y por el camino surgirán viejos enemigos y antiguos amigos y hasta Mia, una hermana de los Toretos, y una vez más se pondrá a prueba la defensa de la familia.
'Fast and Furious' se está convirtiendo en una de las sagas más largas del cine norteamericano en coproducción con otros países debido a que cada vez se invierte más en su realización que sobrepasa ya los cien millones de dólares.
Cada nuevo capítulo se pretende que sea más espectacular que el anterior con el añadido de nuevos personajes que, a nuestro entender, como ocurre en esta ocasión, enredan más el argumento.
Esto hace que en determinados momentos el ritmo afloje para volver a crecer de nuevo en la secuencia siguiente.
A ello se añade la variedad de paisajes, a ser posible en países distintos, lo que también encarece más la producción por hacerla más espectacular, como sucede aquí con la persecución final con una masiva destrucción de coches y traylers de gran tonelaje en la que seguramente habrá tenido una gran importancia los FX digitales, los hoy imprescindibles CGI.
El guion se alarga demasiado y alguna secuencia se podría haber suprimido tranquilamente sin que afectara al conjunto ya que por momentos se hace un poco confuso puesto que hay situaciones que no tienen sentido ni una explicación lógica.
En ese aspecto le lleva también a imprimir al argumento una chispa de fantasía como la secuencia de ese coche volador capaz de salir al espacio exterior para destruir un satélite de comunicación y algunos errores, como el uso de los electroimanes que no sólo atraen sino también repelen, algo no real, tan imposible como atravesar un campo de minas o un envejecido puente de cuerdas duplicando la carga a soportar.
En el capítulo interpretativo están los actores habituales de la serie y como siempre algunos invitados caso de Charlize Theron, Kurt Russell o Helen Mirren que adornan el reparto de estos personajes inmortales, como ellos bromean, ya que alguno que ya murió en un capitulo anterior resucita de nuevo.
Los espectadores de esta serie siguen siendo fieles a la misma gracias a lo cual siempre se recupera con creces el mucho dinero invertido en su producción, lo que hace que siga siendo rentable, motivo por el cual se siguen haciendo nuevas entregas.
Una vez más el especialista en escenas de acción, el taiwanés Justin Lin, que es el que más películas de esta serie dirigió, cinco en total, está al frente de la dirección de este mamotreto fílmico que ya se sabe de memoria y realiza de manera automática.
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