|
CRITICA
Por: PACO CASADO
El tema del sexo, tras la apertura de la censura, inunda en estos momentos las carteleras españolas.
Esto tiene una ventaja: que el público se cansará pronto.
Y una desventaja: que las personas que prefieran ver otros temas no los encuentran y dejan de asistir al cine.
Valentina y Giovannino se acaban de casar y se van de luna de miel, pero durante la misma no pasó nada entre los dos amantes, ya que él sufre de disfunción eréctil con su hermosa esposa.
Cuando Valentina, recién casada, regresa de su viaje de luna de miel, todavía virgen, y su joven pero impotente esposo, Giovannino, parece que es incapaz de consumar el matrimonio, es necesario que se debe encontrar una solución para remediar tan vergonzosa situación.
Debido a ello un turista francés satisface a Valentina, mientras que Giovannino recupera la virilidad perdida con su suegra.
En 'La esposa virgen' (1975) se trata, una vez más, de sexo, aunque con la variante de que lo que podía ser algo dramático, como la no consumación de un matrimonio, tras volver de la luna de miel, se convierte aquí en algo sumamente cómico, al ser tomado a broma el tema por los guionistas, que usan y abusan de múltiples situaciones y remedios para que el marido pueda llevar a cabo la consumación matrimonial cumpliendo así con su deber de esposo, utilizado como un pretexto más para el exhibicionismo de situaciones eróticas atrevidas.
Junto a ello se crean otras parejas, como la de los parientes extranjeros, o el propio personaje del tío del marido, el clásico latin lover, todo un semental obsesionado con el sexo a pesar de sus años, siempre dispuesto a la lucha contra cualquier hembra que se le ponga por delante, algo así como le ocurría a Alfredo Landa, salvando las lógicas distancias en este caso.
Estamos pues ante una comedia erótica italiana firmada por Franco Martinelli, que no es más que el seudónimo que utiliza Marino Girolami en esta ocasión, director que frecuenta bastante este género.
Este guiso está condimentado con abundancia de chistes, de gruesas palabrotas, cuando no frases de doble sentido y gran calibre desde el punto de vista sexual que hacen que el respetable que llenaba la sala en la sesión en que vimos este film riera en abundancia.
Por lo demás esta comedia no pretende otra cosa que divertir al espectador, lo que no quita que si bien por una parte el guion es monótono y reiterativo a base de repetir situaciones, también hay que decir en su descargo que tiene gracia en algunos momentos y salva la sosería directiva de Franco Martinelli a la hora de poner esta historia en imágenes que no son muy cinematográficas.
Los actores están como siempre en estos casos, generalmente desnudos, especialmente los de género femenino, como Edwige Fenech, un mito erótico de estos momentos y Carrol Baker que tras saltar a la fama con Baby Doll (1956) se pasó al cine europeo.
Una comedia sexual italiana para aquellos espectadores que gusten de este género.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
TRÁILER'S
BANDA SONORA
CÓMO SE HIZO
VIDEO ENTREVISTAS
AUDIOS
PREMIERE