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CRITICA
Por: PACO CASADO
La película se inicia con la muerte en 1957 del presidente checo Antonin Zápotocky con imágenes de noticiarios en blanco y negro pero lo que se cuenta es la historia del curandero checo Jan Mikolásek, que se convirtió en una celebridad en los años treinta entre ricos y pobres, y posteriormente durante los totalitarios años cincuenta, atendiendo a los alemanes durante la ocupación nazi y también a los oficiales comunistas durante la guerra, en compañía de su ayudante y amante Frantisek Palko.
Era hijo de un jardinero de pueblo y conocía muy bien las propiedades medicinales de las distintas yerbas que se crían silvestres en el campo.
Los enfermos formaban largas colas a la puerta en espera de que les atendiera, con un bote transparente de orina en la mano mediante la cual diagnosticaba la enfermedad que cada uno tenía y con arreglo a ello le daba el tipo de hierba que le curara su dolencia.
En cambio por otro sector de la población estaba mal visto, incluso los periódicos hablaban de él y lo tachaban de charlatán, pero hasta le visitaba en secreto algún ministro sobre su enfermedad renal que le recomienda salir del país para no poner en peligro su vida.
El film hace un flash back para mostrarnos cómo llegó a ser lo que fue y una de sus primeras curaciones, la de su hermana Joanna a la que estuvieron a punto de amputarle una pierna.
Aprendió de una curandera quien también le inculcó la religión.
Terminó siendo apresado hasta salir libre tras el juicio.
La cinta también se ocupa de su relación homosexual, como un detalle más de la imperfección humana, con su ayudante Franticek Palko que a pesar de que éste estaba casado le debía una lealtad absoluta ya que fue su maestro.
Trató al presidente checo Antonín Zápotocky e incluso a Martin Borman secretario de Aldof Hitler.
Hacía tiempo que le habíamos perdido la pista a la directora polaca Agneszca Holland desde aquellas estupendas cintas suyas como Europa Europa (1990), El jardín secreto (1993), entre otras ya que a partir del nuevo siglo se dedicó a hacer series para la televisión la mayor parte del tiempo y las pocas películas realizadas no han llegado a nuestras carteleras comerciales.
El guion de Marek Epstein, con una narrativa atractiva, está ligeramente inspirado en la vida de este hombre ejemplar, acusado injustamente, sobre el que no hay mucha documentación, mientras de fondo continua la complicada situación de Europa del Este.
No cabe duda de que Holland no ha perdido su estilo clásico con una narración fluida, apenas interrumpida cuando es necesario por los flach backs, con oportunos primeros planos para mostrar la reacción de los personajes y sobre todo con una dirección de actores digna del mejor cineasta, de entre los que destaca la figura del veterano Ivan Trojan.
La historia deja un regusto amargo con algunas escenas del personaje durante su juventud en que se vio en situaciones comprometidas mostrando su temperamento violento.
Como curiosidad hay que decir que la parte de la juventud está interpretada por Josef Trojan con 18 años, hijo de Ivan Trojan.
Representó a la República Checa en los Oscar pero no fue nominada.
Cinco premio Lion Czech: film, dirección, actor (Ivan Trojan), fotografía y sonido. Nominada a la mejor dirección en los premios del cine europeo.
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