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CRITICA
Por: PACO CASADO
El cine norteamericano ya saca argumentos de debajo de las piedras, puesto que no se conforma con las obras literarias, teatrales, televisivas, la vida real, sino que también basa algunas de sus producciones en las atracciones de los parques de Disneylandia, como ya ha hecho en otras ocasiones, caso de la saga de Piratas del Caribe, que para eso son sus parques, como una vez más ocurre en esta atracción que fue creada en 1955 y que ha ido evolucionando a través de los años entusiasmando ya a varias generaciones, utilizada para esta producción.
Para ello nos cuenta la aventura de una serie de personajes en los tiempos de la Primera Guerra Mundial que en un pequeño barco recorren el grandioso río Amazonas que traviesa la jungla en el que tendrán que afrontar numerosos peligros y aventuras, integradas no sólo por el elemento sobrenatural, sino también por reptiles, animales salvajes entre los que se encuentra Proxima, un jaguar, y ese otro animal que es el hombre, el más peligroso de todos ellos.
Entre los personajes está el dicharachero capitán Frank Wolff conduciendo el timón de su barco La Quila, con el que se gana la vida, ya un poco desvencijado y achacoso debido a los años que hace que fue construido.
A ellos se une la doctora Lily Houghton, una mujer de armas tomar, que lleva a cabo sus investigaciones en torno a una reliquia que puede cambiar el rumbo de la humanidad, que está escondida en lo más profundo del Amazonas.
Sus rivales en la búsqueda son el capitán Nilo y el peligroso príncipe europeo Joachim, uno de los hijos del káiser Guillermo.
En esta de momento última producción Disney de acción real, está al frente a la misma el español, catalán por más señas, Jaume Collet-Serra que se ha convertido en un director artesanal que parece que se ha afincado definitivamente en el cine norteamericano, que como buen patriota ha incluido en el reparto a al algunos españoles, entre ellos el actor Dani Rovira que vuelve así a actuar en el cine y al oscarizado diseñador Paco Delgado.
En la cabecera de cartel se sitúa a Dwayne Johnson y una Emily Blunt que últimamente aparece con mucha frecuencia en películas de aventura y de terror.
La idea fundamental de llevar a cabo este film no es otra que la de entusiasmar a esa clase de público que gusta del cine de aventuras con esta experiencia puramente cinematográfica.
En la cinta se pueden distinguir dos mitades una primera, que es la mejor, más luminosa, más cómica, y una segunda en la que parte de la acción que transcurre en lugares cerrados se hace confusa y repetitiva, resultando algo más oscura.
El propósito de entretener a toda la familia lo logra con muchos efectos especiales, persecuciones y bromas, aunque el guion, no demasiado original, en ocasiones pierda algo de ritmo.
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