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CRITICA
Por: PACO CASADO
Parece que cuando un personaje se está agotando no hay más que empezar de nuevo y así ocurre con el de Batman, ese vigilante nocturno que lucha contra el crimen en la ciudad de Gotham.
En esta ocasión comenzamos haciendo una panorámica en las que las pandillas de delincuente atacan a los ciudadanos, saliendo en defensa de ellos Batman, como no podía ser de otra manera, hasta que ocurre el asesinato del alcalde de la ciudad y la cosa se eleva a mayores.
Cuando Enigma, un sádico asesino en serie, comienza a matar a los principales dirigentes de la política de la ciudad de Gotham, Batman se ve en la obligación de investigar la corrupción oculta en el lugar en compañía de su amigo de la policía el teniente James Gordon al tiempo que empieza a cuestionar los orígenes de su familia, que termina por aclararle Alfred, su fiel servidor, cuando éste ha sido víctima de un paquete explosivo que iba dirigido a él.
Paralelamente corre la historia de Selina Kyle, una especie de Catwoman, que busca a una amiga suya desaparecida, al tiempo que roba el dinero a los ricos, que también guarda un secreto familiar.
El enemigo a batir en esta ocasión es Enigma que juega con Batman a base de acertijos, lo que se hace algo repetitivo, para hacer avanzar la acción en todo momento, y también aparece el Pingüino como un personaje más de los bajos fondos al que tratan de sacar quién es el Emigma.
El elegido en esta ocasión para el doble personaje de Batman que resulta más o menos convincente, pero no tanto cuando hace de Bruce Wayne.
El papel femenino recae esta vez en la estilizada figura de Zoë Kravitz en el papel de Catwoman
En cuanto al guion escrito por Peter Craig en colaboración con el director lo encontramos algo farragoso, alargado innecesariamente y puesto al día en donde ya existen los teléfonos móviles, para tratar de hacer un film espectacular que copia de otros superhéroes.
En lo que se refiere a la realización de Matt Reeves, nunca hemos visto una película más oscura, parece que en Gothan siempre es de noche y no sale nunca el sol y una vez más, aunque seamos ya un poco repetitivos no eran necesarias casi tres horas para contar esta historia, ya que le sobra por lo menos una.
Ya estamos un poco hartos de tantos superhéroes, el problema que, por lo visto, sigue habiendo muchos fans que no se cansan que les cuenten siempre lo mismo, como los niños pequeños, a los que no les importa que le narren el mismo cuento una y otra vez.
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