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CRITICA
Por: PACO CASADO
El techno-thriller se está convirtiendo actualmente en una nueva variante del llamado cine negro o policiaco, como en su día fueron los agentes secretos en sus múltiples variantes.
Títulos como los de 'Johnny Mnemonic' (1995) de Robert Long, 'Asesinos' (1995) de Richard Donner o 'Virtuosity' (1995), de Bret Leonard, se podrían citar como posibles antecedentes.
Las nuevas tecnologías de la comunicación y la informática, que se imponen día a día a pasos agigantados, han entrado también en las redes de la delincuencia y el crimen organizado.
El productor de películas como 'Toro salvaje' (1980) o 'Uno de los nuestros' (1990), Irwin Winkler, decidió un día pasarse tras la cámara y dirigió dos films, 'Caza de brujas' (1991) y el remake de la cinta de Jules Dassin 'La noche y la ciudad' (1992).
Ciertamente la verdad es que no le salieron muy redondas ni convincentes.
Ahora con su tercer largometraje, 'La red' (1995), nos presenta y nos previene acerca de lo que puede derivarse de la manipulación de esa nueva tecnología punta al servicio del crimen.
Angela Bennett, una solitaria muchacha, experta en ejercer el oficio de programadora informática que trabaja en su casa arreglando ordenadores y programas, se tropieza un día en uno de ellos con una conspiración y descubre una red mafiosa, poniendo así su vida y la de los que la rodean, en peligro de muerte, por lo que termina borrando su identidad.
A partir de ese momento comienzan a sucederse las muertes de aquellos que estaban en el secreto y ella es perseguida, perderá su identidad, se le cambiará el nombre y se le introducirá en su expediente una ficha policial con ficticios antecedentes penales, todo ello manipulado por los ordenadores, que hará que no sólo no sea creída por la propia policía, sino que ésta también le persiga por esos supuestos delitos informáticos.
Únicamente tiene como armas para defenderse la astucia, sus conocimientos informáticos y la habilidad para burlar a sus perseguidores y poder poner las cosas en el sitio que le corresponden.
El guion mantiene el interés con una trama perfectamente urdida y novedosa por el tema, a pesar de usar términos y tecnologías que no son muy conocidas por el público medio, pero el suspense está servido y garantizado.
Sandra Bullock es una actriz habitual en producciones de acción con abundantes dosis de intriga y emociones a raudales, como ya lo demostró en 'Speed' (1994) o 'Demolition man' (1993), manteniendo aquí el suspense en todo momento.
La película está llevada con buen pulso, por lo que en este sentido ha subido el interés despertado por la realización de Irwin Winkler, al tiempo que posee un notable trabajo de Sandra Bullock, que se lleva todo el tiempo en pantalla, sobre la que recae totalmente el peso de un film, que resulta ciertamente interesante, como la música de su banda sonora de Mark Isham.
Premio Júpiter para Sandra Bullock.
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