|
CRITICA
Por: PACO CASADO
El director mexicano Arturo Ripstein forma un tándem con su mujer y guionista Paz Alicia Garcíadiego que es como la versión literaria del realizador cinematográfico.
Ella interpreta perfectamente los deseos de él o bien él sabe plasmar muy bien en imágenes los escritos de ella, pero ambos coinciden en las mismas ideas, en una lograda comunión.
No cabe duda que tienen un mundo muy particular y en este caso excéntrico, el que han creado en esta película, especie de parodia evangélica, tal vez apoyándose en la frase "Bienaventurados los pobres de espíritu porque de ellos será el Reino de los Cielos".
Así la insólita pareja que forman Mamá Dorita, alma espiritual de una secta que espera el fin del mundo, y su marido, Papá Basilio, un cura español renegado, amante del vino y de las películas religiosas, especialmente 'Los diez mandamientos' (1956), acogen en su seno a cuantos descarriados, mendigos, drogadictos y prostitutas huyen de las miserias cotidianas y quieren acercarse al lugar para seguir sus doctrinas.
La nueva Jerusalén, que así se llama esta pequeña comunidad de creyentes, esperan la segunda venida de Cristo, por lo que han abandonado el mundo en busca de una nueva espritualidad.
Todos los allí reunidos han vuelto a los tiempos primitivos de Cristo, visten como entonces, han abolido el pecado y viven libremente.
El gobierno los guarda de la sociedad que les circunda.
Forman así un universo cerrado, lleno de reglas de conducta en las que los humillados se convierten en represores.
Hay mucho del mundo buñueliano en esta producción, desde el sacerdote hereje que recuerda a 'Nazarín' (1959) de Luis Buñuel, hasta el mundo cerrado de'El ángel exterminador' (1962) de Buñuel.
Al parecer Garcíadiego se inspiró en un hecho real que ha adaptado a su personal albedrío en esta historia apocalíptica de secta, sexo y muerte en esta nueva Jerusalén que espera heredar la tierra con el tan esperado fin del mundo.
Ripstein divide el film en capítulos que, más o menos, se basan en frases evangélicas aunque no siempre se corresponden con lo que sucede a continuación.
La cinta recoge en su crítica toda la miseria del México actual con su variopinta gama de personajes y colorido un tanto carnavalesco y esperpéntico que no deja de ser blasfemo en muchos momentos, en su tono humorístico las más de las veces.
En el cuadro de actores recupera a una ajada Katy Jurado y a un maduro Paco Rabal en uno de sus mejores papeles, junto al trabajo de Carolina Papaleo y Patricia Reyes Spíndola.
Premio Ariel de plata para Katy Jurado. Premio del jurado internacional en el Festival de Guadalajara al mejor film.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
TRÁILER'S
BANDA SONORA
CÓMO SE HIZO
VIDEO ENTREVISTAS
AUDIOS
PREMIERE