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CRITICA
Por: PACO CASADO
Alain Delon además de ser el protagonista de esta película es también respondable de la producción de la misma.
En este segundo apartado no ha regateado en los medios que ha puesto a disposición de la dirección para lograr un buen resultado pero no obstante se ha equivocado en algunas cosas.
Ha pretendido darle calidad a la hora de confeccionar el guion con los diálogos del prestigioso Michel Audiard, que a veces resultan ser demasiado académicos y sobrantes en otros momentos.
En el apartado de la fotografía ha contado con la garantía de Henri Decaë que logra un buen resultado en este aspecto.
Si nos vamos a la banda sonora Philippe Sarde huye de componer la música para un film policiaco moderno al uso en este caso ayudado por la colaboración de Stam Getz.
El guion se basa en la novela escrita por Jean Laborde bajo el seudónimo de Raf Vallet que ha contado con la colaboración de Michel Audiard en los diálogo y con Claude Sautet aunque no figure oficialmente.
En el asunto de la dirección Georges Lautner no ha pasado nunca de ser un buen artesano de la realización, que trata de hacerlo aquí lo mejor posible, aunque a veces procura más a ser eficaz que obtener una mayor calidad.
El reparto resulta de auténtico lujo, comenzando por la presencia del propio Alain Delon, con un papel que ha sido cortado a su medida, y siguiendo por la larga lista de actores de primera calidad del cine francés con el añadido de Ornella Mutti y de Klaus Kinski de otras nacionalidades como la italiana y la alemana respectivamente
El diputado Philippe Dubaye despierta de madrugada a su viejo amigo Xavier Maréchal con una noticia ciertamente inquietante: acaba de asesinar a Serrano, un mafioso que tenía conexiones con algunos políticos.
Serrano había guardado pruebas de la participación de Dubaye en algunos negocios corruptos y estaba a punto de utilizarlas para denunciarlo.
Maréchal accede rápidamente a tratar de encubrir a su viejo amigo Dubaye, pero pronto tropieza con algunas dificultades que se interponen para poder lograrlo.
La cinta tiene dos facetas: una policíaca, que es la que mejor funciona, aunque con algunas escenas que resultan bastante convencionales; la otra es la denuncia de la corrupción de los estamentos más elevados de la sociedad en el momento en que llegan al poder.
La historia gira en torno a ese dosier confidencial que compromete a varios personajes de la alta política, desde diputados a ministros, pasando por hombres de negocios, la propia policía y hasta los jueces.
La película podía haber sido un canto a la amistad entre dos hombres, ya que el protagonista se convierte en justiciero para vengar la muerte de su amigo y dejar en buen lugar su nombre, cuando en las investigaciones se da cuenta de que realmente no era tan bueno como él creía.
La crítica política que se hace es bastante simplona, siendo más interesante como film policiaco, aunque resulte en ocasiones algo embrollada la trama.
No obstante si se presta un poco de atención logra convertirse en un producto entretenido y distraído.
Fueron nominado al premio César Alain Delon y el guion.
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