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CRITICA
Por: PACO CASADO
Los niños, Dani y Paulita, rompen la figura del Niño Jesús del Belén de colección del padre y tratan de buscar una similar en un anticuario.
Sara, la mayor, rompe con Ocho, su novio, enamorada de un cantante mayor que ella.
El suegro de Javier, será acogido tras la separación de su esposa; la marcha de Ocho, que así le llaman al novio de Sara del superpoblado hogar le hace feliz a Javier, aunque después rectifica.
Por su parte Rocío, que hasta ahora había hecho de Virgen María, en la representación escénica en el colegio, queda relegada a ejercer de pastora, mientras ella lo que desea es que le cambien de colegio para cantar los números de la Lotería Nacional con los niños de San Ildefonso.
Estos son algunas de las circunstancia en las que se ve metida la familia más popular del cine español de los últimos tiempos, que sigue creciendo ahora con la llegada del abuelo y los niños que ya son seis, con Javier y Marisa a la cabeza, los tíos Paco y Carmen, la suegra Milagros madre de Javier, Ocho el novio de la niña y hasta el perrito llamado José Luis...
Empapados de espíritu navideño, la casa familiar se llena de nuevos inquilinos que llegan para quedarse, y se disponen a celebrar las próximas fiestas.
El lío está asegurado, faltan pocos días y en la casa de los García los preparativos están ya en marcha...
Si la primera entrega, realizada en 2019, estaba basada en la película argentina Mamá se fue de viaje (2017) de Ariel Winograd, dándole en este caso un tono más español y tuvo un gran éxito popular con casi 14 millones de euros en taquilla, como casi todo el cine que suele dirigir Santiago Segura, en la segunda se aprovecharon los elementos que se tenían entre manos y se inventaron nuevas situaciones en las que se veían metidos los diferentes miembros de la familia García, que también tuvo su éxito a nivel popular y de taquilla.
En esta 'Padre no hay más que uno 3' (2022) se centra todo en una situación única, la próxima llegada de las fiestas navideñas y la instalación del Belén de colección que el padre guarda con mucho cariño, cuya pieza principal del niño Jesús compró su padre en la Plaza Mayor de Madrid.
Los niños rompen esa figura y todo su empeño está en encontrar otra igual, para lo que ahorran y tratan de sacar dinero de donde sea, para que no se descubra el pastel y llevarse la consiguiente regañina.
Hay que reconocer que el momento no es el más adecuado para programar un film navideño, con la plaga de calor que estamos atravesando en estos días veraniegos.
Por otra parte la historia no tiene la abundancia de situaciones cómicas de las dos entregas precedentes, que el ritmo es bastante plano y no el más adecuado para tratarse de una comedia que se estanca en ocasiones.
En definitiva que el tema lo encontramos ya un poco agotado.
La mayor comicidad está en la actuación de los niños, pero estos van creciendo y tampoco están tan acertados esta vez.
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