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CRITICA
Por: PACO CASADO
'La jungla de asfalto' (1950) está ya incluida en la lista del cine clásico del género negro, en el que impone una serie de normas que después han sido secundadas por otros directores.
Cuenta con toda minuciosidad la relación de los preparativos, la ejecución y las consecuencias del importante atraco a una joyería, llevado a cabo según lo que se había planeado, contemplado desde el punto de vista de los asaltantes, hasta que la mala suerte y las traiciones que se producen entre ellos, hacen que todo se venga abajo, quedando la policía en este caso en un segundo término.
Tiene especial interés las actitudes de los personajes que intervienen en el mismo, sus relaciones y la presencia de un destino adverso que acaba abatiéndose sobre ellos.
Podríamos decir que se trata de un atraco perfecto pero por aquello de que el criminal nunca gana, ellos mismo irán recibiendo el propio castigo que cada uno merece.
No obstante es la primera vez en la que los miembros de la banda de atracadores son mostrados en su faceta humana y no como unos simples delincuentes.
La condición de perdedor de Dix Hamley, la devoción sentimental de Doll, las contradicciones del abogado Emmerich y la fatal distracción de El Doctor ante la chica que baila en el café, están dibujados de tal manera que nos los acercan perfectamente para el buen conocimiento por parte del espectador.
Con una buena novela de base como la escrita por W.R. Burnett Father of the crime, de la que ha extraído un guion de hierro como el que han hecho John Huston y Ben Maddow, de esos que hoy en día ya no se hacen, se van matizando a todos y cada uno de los abundantes personaje que en ella intervienen, al mismo tiempo que se cuida el más mínimo detalle o se delimita el más perfecto de los encuadres o el movimiento de los actores dentro del cuadro, con una ambientación extraordinaria de lo que es el auténtico cine negro de siempre.
El destino juega aquí un papel importante para ir haciendo víctimas y verdugos en este grupo de hombres, con tres mujeres al fondo, al mismo tiempo que denuncia la corrupción de la policía de esa época.
Se trata de la séptima película realizada por John Huston, que se inició en este género con 'El halcón maltés' (1941), uno de sus más logrados films negros.
Tiene aquí a su cargo un elenco compuesto por un grupo de grandes actores veteranos de los que obtiene un gran trabajo, al mismo tiempo que da una importante oportunidad en un pequeño papel a Marilyn Monroe.
Tampoco hay que olvidar la estupenda partitura musical que ha compuesto el veterano Miklós Rózsa y el contraste en la fotografía en blanco y negro que obtiene Harold Rosson.
Nominadas al Oscar la dirección, el guion, la fotografía y el actor Sam Jaffe y al Globo de oro la dirección, el guion y la fotografía. Premio Edgar Allan Poe al mejor film. Premio NBR. Mejor actor Sam Jaffe en el Festival de Venecia. Premio del Sindicato de escritores americanos al mejor drama y al guion.
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