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CRITICA
Por: PACO CASADO
Para hacer cine de terror de alto presupuesto, algo más de 800 millones para este 'Faust', se crea la Fantastic Factory, cuando nuestro inefable Jesús Franco lo hacía por cuatro pesetas, tan malo como éste, pero con más encanto y sentido argumental que el presente.
Para eso se trae a un director americano tan mediocre como Brian Yuzna (Society), unos técnicos en efectos especiales para un argumento como éste que no hay quien lo entienda.
Por el título intuimos que se trata de la leyenda de Fausto y por la guía sabemos que "John Jaspers, contra su voluntad, se convierte en un asesino armado con garras tan antiguas como su propio poder. Violento, enfermo y visionario es el único capaz de comprender su irremediable destino. La doctora Jade de Camp será la única persona capaz de ver al hombre dentro del monstruo".
Suerte que tiene porque tampoco nos aclara mucho más.
'Faust' logró el premio a los mejores efectos especiales en Sitges 2000 y eso es lo único válido que tiene esta película.
El protagonista es un hombre sin fe, violento y con una gran rabia interior, que vende su alma al diablo para llevar a cabo una venganza.
El argumento ni se entiende, agobiado por los efectos especiales algunos de los cuales dan auténtica risa y otros son ciertamente buenos.
Mal realizada, peor montada, demasiado ambiciosa y desmedida, pretenciosa al fin, por lo que el resultado es de lo más decepcionante.
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