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CRITICA
Por: PACO CASADO
A pesar de ser una película de catástrofe, 'Turbulence' (1996) es algo más.
En ella entran a formar parte elementos de otros géneros que se mezclan hábilmente en el guion de Jonathan Brett.
En primer lugar a pesar de intuirse el típico film de catástrofe, no se da la habitual circunstancia de presentarnos los problemas de las personas que se van a ver inmersos en el drama, ya que es un vuelo rutinario en vísperas de Navidad y lleva pocos pasajeros a bordo.
Sin embargo algunos de ellos son muy especiales: un atracador consumado y un asesino condenado a muerte, que van custodiados por cuatro policías.
Pronto se va a desencadenar el problema cuando uno de ellos consigue asesinar a los cuatro agentes y logre quedar libre, aunque cae poco después, quedando todo reducido a un duelo a muerte entre el asesino y una de las azafatas.
El primero quiere estrellar el avión, cuyos pilotos han muerto, para provocar una catástrofe y ya que está condenado a muerte desea hacerlo a lo grande.
Por su parte la valerosa azafata trata de hacerse con los mandos del aparato, que no sabe pilotar, ayudada desde tierra por el control de vuelo, logra burlar al asesino que la acosa y evitar una tremenda tormenta que amenaza la seguridad del 747, uno de los aviones más perfectos y seguros del mundo.
El guion está dividido en tres partes: una primera en donde se desencadena el drama, la segunda es una lucha claustrofóbica propia de cualquier cinta de terror, pero con el agravante de ser en un avión sin piloto, en pleno vuelo, y una tercera llena de suspense donde se resuelve lo anteriormente planteado, en la que la emoción final también está presente.
Thriller eficazmente dirigido por Robert Butler, un realizador habitual de famosas series de televisión, del que apenas se conoce en España alguna de sus películas, que demuestra tener buen pulso y sabe sacar partido a las duras situaciones de suspense y terror que se presentan.
Tiene el film otra ventaja, la de no poseer grandes estrellas que necesiten de su lucimiento, por lo que se centra en el trabajo de los dos protagonistas, el atractivo Ray Liotta, en un inteligente y despiadado asesino sobre el que en un principio se siembra la ambigüedad de su culpabilidad, enfrentado al policía que le atrapó, y una eficaz Lauren Holly a la que le va muy bien el papel de mujer media, como valerosa azafata, que sabe hacer frente a una situación extrema, bien arropados por Ben Cross y Hector Elizondo en papeles secundarios.
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