|
CRITICA
Por: PACO CASADO
Las modas en el cine se suceden con cierta frecuencia y últimamente el género de terror se situó como uno de los preferidos, sobre todo por la juventud, pero recientemente parece que ha decaido algo en asistencia a las salas.
No obstante de vez en cuando surge una producción que no es que vayamos a decir que sea novedosa, pero sí que ofrece algunas variantes que la hacen atractiva, como es el caso de 'Smile' (2022) de Parker Finn.
La joven doctora Rose Cotter, trabaja como terapeuta en un hospital neuropsiquiátrico antendiendo casos de urgencia y tras visitar a varios enfermos se enfrenta a Laura, una joven transtornada que tras una violenta reacción rompe un jarón y con un trozo de cerámica se corta el cuello en su presencia mientras sonríe, de lo que ella se siente responsable.
Después de sufrir ese suceso que involucra a Laura, su paciente, la doctora Rose Cotter empienza a experimentar terribles pesadillas y debido a ello debe enfrentarse a su horrible y traumático pasado para poder seguir viviendo y huir a esa visión que le acosa.
Ante ese mal estado de ánimo, debido al exceso de trabajo, el cansancio y la falta de sueño, el director del centro hospitalario le recomienda que se tome una semana de vacaciones para que descanse.
Esos días ella los aprovecha para investigar qué es lo que le produce ese mal, acudiendo a uno de los policías que le interrogó sobre el caso, conocido suyo, que le facilita los informes de los últimos sucesos de esa clase que se han producido.
A partir de ese momento el terror se mezcla con el género del thriller psicológico.
Como decíamos al principio esta historia ofrece una cierta originalidad en este sentido aunque no falta la presencia de una entidad maliga que se va transmitiendo de una persona a otra orginando los terribles sucesos y muertes, para lo que la doctora Rose Cotter también ha de recurrir a su pasado familiar cuando era una niña de diez años, ocurrido en su casa, aislada en el campo, a la que acude, que ahora está abandonada y en mal estado, para recordar lo que allí vivió.
El guion, llevado a cabo por el propio director, es una ampliación de su corto 'Laura Hasn't selpt' (2020) que es la enferma que ocasiona toda esta trama.
Sosie Bacon, la hija del actor Kevin de igual apellido, se convierte en la protagonista de esta terrorífica historia y sobre ella recae todo el peso del film con momentos dramáticos de los que sale airosa como si fuera una experta actriz veterana.
La cinta ha sido puesta en manos de un director debutante como Parker Finn que hace con 'Smile' (2022) su primer largometraje, tras haber dirigido dos cortos anteriormente, teniendo a su cargo a un plantel de actores que no son muy conocidos en producciones cinematográficas, aunque tal vez lo sean de serie televisivas que no solemos seguir.
La verdad es que Parker Finn no lo hace mal en la puesta en imágenes, con una fotografía luminosa, sin recurrir a oscuridades y tremendismos, pero sí cae en el habitual defecto de este género de sobresaltar el ánimo del espectador con demasiada frecuencia, elevando el sonido del teléfono, los golpes de efecto o de música, rotura de cristales, entre otras cosas.
Una de las características de los implicados cuando van a acometer un crimen sonrien, de ahí el título de Smile.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
AUDIOS
PREMIERE